Al padre de mi padre, le debo el haberle dado ejemplo suficiente para salir adelante, exigirle lo necesaria para disciplinarlo y permitirle atender con valentía las dificultades de la vida, inculcarle los valores y los principios sociales de antaño, para que fuera un profesional ejemplar.
A mi padre le agradezco la oportunidad de darme la vida, aceptar mi llegada y trasmitirme su legado, exigiendo desde niño que mi formación tuviera los elementos necesarios para construir una base sólida, que me permitiera afrontar mi vida como hombre, militar y ciudadano, sin dejar de lado su preocupación constante.
Ahora, agradezco a Dios por haberme dado la oportunidad de ser padre, comprender desde mi experiencia el mensaje heredado, las palabras y orientaciones que buscaban formarme para cuando yo también fuera padre; lógicamente con los aciertos y desaciertos de la responsabilidad irrefutable que asumí al recibir dignamente el título, en esta mi única vida.
Dice un mal adagio “madre solo hay una y padre cualquiera”, pero creo que se equivocaron en semejante expresión desobligante, porque al encontrarse un hombre y una mujer en el hecho de la concepción, se sella para siempre el papel irrevocable que lo acompañará eternamente.
Más dignificante el título de padre, para aquellos que integraron o integran la Fuerza Pública, quienes en muchas oportunidades por cumplir una misión, no pudieron estar en el momento histórico del nacimiento de sus hijos, no lograron verlos crecer y fueron ignorados inconscientemente por ellos al momento de su retorno a casa.
Lagrimas salieron de mis ojos, cuando recibí a mis hijas en las salas de cirugía, ternura al cargarlas y dormirlas en mi pecho, emociones cuando empezaron a avanzar por la vida, rabias cuando no me hacían caso, tristeza cuando me sentía impotente y no comprendía el lenguaje de inocencia, además de la impotencia cuando no podía suplir sus necesidades y deseos; pero satisfacciones cuando poco a poco, de lo mucho o poco que me esforcé por ellas, daba resultado al convertirse en dos bellas criaturas de la naturaleza humana.
Mis conversaciones diarias para darles la bendición cada noche, comprender que son seres humanos iguales a mí, callar cuando debo y hablar con un consejo, me ayudaron a comprender que ser padre, es entregar el corazón, debutando cada día tratando de ser el mejor, para que mis hijas se sientan orgullosas de su padre, mi padre se sienta honrado por su labor y mi abuelo desde el cielo me cubra con su manto, en el reino del único Padre que nunca muere, llamado Dios.
Feliz día, para todos los padres
que logren identificarse con mi ser.
“El camino puede ser difícil,
pero con su ayuda lo podemos lograr” (Soy Ciudadano)
Muchas gracias por el reconocimiento en este día.para ud también feliz día.sr.Martinez
ResponderEliminarGracias hermano, bendiciones para ti
EliminarIgualmente Feliz día del Padre . Dios lo bendiga, un abrazo.
ResponderEliminarMil gracias
EliminarBuena eso curso
ResponderEliminarmuchas gracias curso
EliminarBuenos días, mutuamente un feliz día del padre y a todos nuestros comentaristas. También gracias por motivar siempre a los hombres de honor de nuestra patria, bendiciones.
ResponderEliminarMuchas gracias por su saludo y comentario.
EliminarUn hermoso escrito hermano. Se siente ese amor elegante y valiente que siempre me enseñaste. Te amo y deseo un feliz día del padre. Manito lindo.
ResponderEliminarGracias a ti Lu, un fuerte abrazo de corazón
EliminarQue gran mensaje bendiciones
ResponderEliminarGracias a Usted por leer y difundir.
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