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Antropólogo Raul Martínez Ceballos |
INTRODUCCIÓN.
Desde muy niño sentí cierta inquietud por conocer
quiénes fueron los personajes más importantes de este departamento del
Magdalena Grande, y que aportes dieron a nuestra cultura, pero tenía la
sensación que no eran muchos: creía que alguno que otro político, el
gobernador, el padrino o político o el alcalde de turno, el obispo y algunas
autoridades civiles y religiosas de la época.; en el bachillerato conocí tal
vez un par de escritores que se destacaban en el plano nacional; por supuesto
siempre desde pequeño oí hablar en el deporte de los futbolistas olímpicos de
1928 y de siguientes años, a los cuales tuve como héroes; a un díscolo
atleta, en 110 vallas, pescador, campeón suramericano y un par de
boxeadores; en el plano científico médico al “médico del Libertador” a mis tíos
médicos, a mi vecino Antonio “Toño” Castillo Bolívar y a mi
pediatra el Dr. Mariano Roca. Recuerdo cómo en la educación se hablaba mucho de
mis viejos profesores que también lo eran del Liceo Celedón, etc. Por los lados
de la música, escuchaba las canciones de las vitrolas y traganíqueles los
finales de año y, en los carnavales, se escuchaban los ritmos de tambora de los
grupos de “Matei” y de “Boquita Ceballos”, de los músicos y cantores
magdalenenses y las interpretaciones de la banda Departamental en el atrio de
la Catedral y el Templete del Parque de los Novios. En ocasiones en los
cumpleaños y tertulias, donde se comentaban y exaltaban éxitos y analizaban
algunos fracasos de nuestros personajes, en la casa de mis abuelos paternos
Miguel Mauricio Martínez Mendoza y Edelmira Adárraga Acosta, o en la casa de
“Toño” Castillo Bolívar, ambas en el Parque Cundí, donde se reunían mis tíos
Julio y Numa P. con sus amigos, algunos reconocidos médicos y uno que otro
personaje y mi padre; allí con mi hermano mayor y un primo, nos disputábamos el
ser “barman”, lo que nos permitía escuchar los temas de las tertulias y en
ocasiones opinar; todo eso con fondo musical de clásicos europeos, también de
populares colombianas (porros, cumbias y fandangos), música cubana, (Danzones,
Son cubano, guarachas, boleros, mambos y trovas), por esos tiempos años
cincuenta disfrute la música de Pedro Laza y Rufo Garrido con sus porros:
“La Buchaca”, “El culebro”, “La ñeca”, “El cariseco”, los fandangos “Pie
peluo”, “Vámonos caminando”, “El mochilero”, “La olla”, “El Cebú”; del banqueño
José Barros, con su “Piragua”, “Momposina”, “Navidad Negra”, “El gallo tuerto”,
“Arbolito de navidad”, “El Vaquero”, etc. el cianaguero Guillermo Buitrago, con
su “Víspera de año nuevo”, “La araña”, “La piña madura”; el fonsequero Luis
Enrique Martínez y su “Cumbia Cienaguera”; el plateño Antonio María Peñaloza
con “Te olvide”; la música del cubano Ernesto Lecuona y del merengue de los
dominicanos Ángel Viloria y Dioris Valladares y del “Negrito del Batey” Alberto
Beltrán; en algunas fiestas de matrimonio se escuchaba “El helado de leche”
interpretada por la Orquesta de Rubén de Aguas; En las tertulias disfrutábamos
los pasa bocas y viandas que se ofrecían en dichas reuniones y de vez en
cuando, ya mayores catar los finos escoceses comprados en el “comisariato de la
“Yunait” (United Fruit Company), que se consumían. En el periodismo, sabía que
existían los periódicos “El Estado” y “La Época”, la prensa capitalina
generalmente se leía al día siguiente de su edición, las emisoras Radio
Magdalena de José Manuel Conde y La Voz de Santa Marta de Julio Sánchez
Trujillo, donde se podían escuchar, además de noticias, música clásica y
recitales de poesía y, todas las tardes, por una de ellas, un programa de
música de acordeón (hoy día llamada vallenata). Llegué a conocer a un medio
centenar de personajes, pero siempre me preguntaba si sólo eran esos. Es decir
que en el plano nacional y local no pasaban de unos cincuenta personajes
ampliamente conocidos que se destacaban (entre magdalenenses nacionales y
residentes en el extranjero).
Con el correr de los años, ya en Bogotá a partir
de 1965, amplié el rol de magdalenenses ilustres; tuve la oportunidad de
conocer nuevos personajes, de relacionarme con algunos de ellos, ya fuere en
conferencias, bibliotecas, aulas, mítines políticos, el Congreso de Colombia,
fiestas o “Septimasos” callejeros, punto de encuentro con los samarios todas
las tardes en Bogotá, etc. En la Universidad Nacional, donde terminé de
educarme en la carrera de antropología, recuerdo que en el Banco Popular, donde
recibía los giros de mi padre, descubrí una colección que publicó este banco:
“Biblioteca Básica Colombiana” y en el volumen No. 8, exaltó la memoria de un
tenerifeño y su compendio “Evolución de la novela en Colombia”. Leyendo su
texto conocí nuevos autores y escritores de mi terruño (no sabía que existían);
estudiando antropología por un trabajo de investigación, descubrí que un
cienaguero había tenido participación en la elaboración del mapa geológico de
los Estados Unidos y dirigió el de Colombia. En la U Nacional conocí, a varios
eméritos profesores magdalenenses, En realidad confieso que poco sabia de las
personalidades magdalenenses, notables o protagonistas que debía investigar y
que con el continuo trabajo fueron apareciendo otros, con hojas de vida y/o
Currículo vitae de nuevos personajes; de algunos solo sabía que habían nacido
en nuestro departamento, pero lo que sí recuerdo fue que en Colombia, por donde
pasáramos cuando se hablaba de Santa Marta nos conocían por algunos hechos, la
Hermosa Bahía, la “Muerte del Libertador en San Pedro Alejandrino”, los
Taironas, algunos músicos y sus canciones como la “Cumbia Cienaguera”, la
“Pollera Colorá”, la “Danza del Caimán” de Ciénaga, el hecho político social,
la “Matanza de las Bananeras” del año 1928 y la Zona Bananera; posteriormente
entraron al abanico de la popularidad lugares hechos y personajes como: El
Rodadero, El Parque Tayrona, Buritaca 2000 (ciudad perdida), El Expreso del
Sol, El Campeonato de Fútbol del “Unión Magdalena 1968”.
A finales del siglo XX, el bum del narcotráfico
con la “marihuana o mona de la Sierra Nevada” o “Golden Santa Marta”; a
comienzos del siglo XXI, más exactamente a partir del año 2002, surge el “bum”
de la “parapolítica” y se destapa la olla. Nos caen encima la prensa nacional y
el periodismo “amarillo” bogotano, nos tratan de “contrabandistas en el siglo
XVIII”, perezosos, corruptos, marimberos narcotraficantes y paracos” del siglo
XXI. Me preguntaba: ¿Será cierta esta la única verdad histórica, económica,
social y cultural de nuestro departamento? Y nace la idea de investigar y
conocer más a fondo nuestro pensamiento, nuestra cultura y sus personajes,
publicarlo y mostrarle al mundo que también tenemos héroes, patriotas,
políticos honrados, grandes artistas, etc., muchísimos de ellos vivos y dándole
brillo a Colombia.
Con el fin de recuperar nuestra memoria cultural,
muchas veces ocultada por una clase social y política, durante más de
cuatrocientos años, o por élites consolidadas en el poder no solo
político-económico sino también en la salud, la educación y la cultura,
logrando el fortalecimiento de unos cuantos apellidos constituidos en clanes
familiares que han dominado este departamento, que impidieron a toda costa su
desarrollo manteniéndola como una finca de recreo y vacacional negaron la
entrada de nuevos intelectuales en nuestra ciudad, ellos por no encontrar
mejores expectativas de estudio e investigación, buscaron lugares ajenos
a Santa Marta con mejores perspectivas económicas, o simplemente porque
encontraron un amor que los cautivo donde estudiaban y decidieron seguir los
pasos de su corazón, permaneciendo en el anonimato para nosotros; grandes
personajes muchos de ellos de talla mundial, pero desconocidos en nuestro
medio, viven y están residenciados fuera de esta ciudad en algún lugar del
planeta tierra aunque lejos engrandecieron nuestra cultura y nuestro terruño.
Encontré que muchos coterráneos descritos en este
protagonismo cultural se destacaban en sus respectivas áreas de la ciencia o
actividad en la cual se disciplinaron, no solo en Colombia, sino también
internacionalmente, poco conocidos en nuestro medio, como dirían hoy
modernamente: “con poco perfil político y público y tal vez social”, pero
ampliamente distinguidos en su gremio, no solo en el plano nacional, sino en el
internacional, con muchos méritos, reconocimientos y premios. El hecho de no
mencionar a los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta no quiere
decir que los haya ignorado; formaron y formarán parte de nuestra cultura, por
supuesto que sí, pero para ellos ya expuse, mediante fotografías, su quehacer y
su medio ambiente en una exposición itinerante que ha recorrido algunas
ciudades de Colombia y merecen una descripción aparte.
Veamos algunos personajes a través de la historia
a partir del siglo XVIII a la fecha (2025) que se destacaron por su honestidad,
pulcritud, por sus hechos, el cumplimiento de sus funciones asignadas, su
imparcialidad, eficiencia, su creatividad y de no haber estado incursos en
conductas punibles, etc., de algo más de ochocientos investigados agrupados de
acuerdo a su actividad cultural que desarrollaron. He escogido los que a
continuación describo, aclarando que todos pudieron estar en la siguiente
antología.
CAPÍTULO I
Las artes:
ARTES ESCÉNICAS-TEATRO
En esta ciudad muchas veces llegaron compañías de
teatro y artistas del tablado procedentes de Europa, por barco, con destino al
centro del país, y realizaron algunas presentaciones. No se conoce que
existiese un actor local, capaz de representar una escena teatral, hasta el
siglo XX. Suponemos, al respecto, que el teatro se relacionaba con el
carnaval, o se disfrazaban y hacían representaciones callejeras al ritmo
coreográfico de una danza, o en los colegios en los diferentes actos especiales
en conmemoración de alguna fecha religiosa o patria u otro festivo; lo más
destacado fue la declamación, lo cual se realizaba en los colegios y logré
escuchar por la radio samaria y en el Liceo Celedón algunos declamadores. Para
mi generación del 40 (centenaria), recordamos que el primer actor que vimos
actuar nacional e internacionalmente fue Franklyn Linero; después le siguieron
otros, también muy buenos, como Solano Dávila, los Vives Restrepo, Yúldor
Gutiérrez y otros jóvenes que empezaron a hacer teatro con estudios en el
extranjero o por un festival internacional anual. He de reconocer que ya a
mediados del siglo XX un joven abogado samario (Gnecco Mozo) escribió unas
obras de teatro y con su propia compañía presentó varios espectáculos de teatro
en Bogotá; obras que fueron muy aplaudidas, una de ellas reeditada para el
Bicentenario en la inauguración del teatro Faenza en Bogotá. Ya a finales de
los años 1985, G. Henríquez Torres empieza a figurar con obras de teatro, una
de ellas estrenada con mucho éxito en los Estados Unidos. A finales de la
década de los 90 surgen nuevas figuras en la actuación de telenovelas, logrando
algunas nominaciones a premios; nacidos en Santa Marta, quién se destacó como
cantante y compositor: Alejandro Palacio es la juventud samaria nuevamente
presente en la TV colombiana, o el caso de “Viña” Machado que se transforma de
modelo a actriz de TV; veamos algunas biografías.
LINERO DARBY. FRANKY. Abogado
samario (1940). Murió en Paipa en enero de 2007. Hijo de Alfonso Linero Riascos
y de la dama inglesa Ivy Darby. Estudió derecho en la Universidad Javeriana de
la misma ciudad y se especializó en derecho canónico; además hizo otras
especializaciones en antropología y psicología, estudios que aprovechó para
hacer un inventario artesanal de Colombia, para lo cual recorrió el país en
todas sus dimensiones; todo esto lo llevó a crear un proyecto sobre “Artesanías
de Colombia”, del cual fue nombrado gerente. Se inició en el teatro ya formal
en el “Teatro Experimental Javeriano” con el maestro español Enrique de la Hoz.
Mientras estudiaba derecho, participaba en festivales de teatro universitarios
y festivales nacionales y en varios de ellos ganó premios. El maestro Bernardo
Romero Lozano lo descubrió e invitó a actuar en la obra “Nuestra Natacha” del
dramaturgo español Alejandro Casona. A partir de ahí se vinculó para siempre
con la televisión y el teatro: se convirtió en actor protagonista de la
televisión colombiana entre los años 1970 y 1980. Ayudó a más de trescientos
niños pobres por medio de la “Fundación San Juan de Dios”. Como buen samario,
degustó siempre la comida típica de esta tierra, afirmando: “Nunca me faltó el
puré de guineo verde (‘Cayeye’) con mantequilla de leche de vaca y queso,
acompañado con una buena posta de sierra frita”. El diario El Tiempo le concedió
en 1978 el premio “MEJOR ACTOR” y en 1980 como “MEJOR ACTOR CÓMICO” por su
papel en “Humor Imposible”. Fue premiado con la “Gran Cruz de Bastidas” por el
Concejo y la Alcaldía del Distrito de Santa Mata. En el año 2006, recibió el
premio INDIA CATALINA a “Toda una Vida” al teatro. Fue profesor de Derecho
Canónico en una universidad bogotana; actuó en numerosos seriados, películas y
novelas colombianas. (*1)
PALACIO ZAWADY, ALEJANDRO MANUEL.
Nació en Santa Marta el 5 de junio de 1985. Hijo de ALEJANDRO PALACIO VALENCIA
y Milady Zawady. Caso con Dina Ávila. Estudió la primaria y el bachillerato en
el Colegio San Luis Beltrán de Santa Marta; realizó cinco años de clases de
vocalización y solfeo con la profesora canadiense Judith Brassard. Se destacó también
como cantante y compositor, área en donde tocó la guitarra. A los quince años
lanzó su primera producción musical con la ayuda de sus padres. Cantó cuatro
años con el Binomio de Oro de América y con ellos conquistó el galardón Mejor
artista vallenato en la Feria de Cali 2005, siendo nominado dos veces a los
Premios Grammy en la categoría de vallenatos. Pero su actuación más
sobresaliente fue en la telenovela Oye bonita. También actuó al lado de Taliana
Vargas en una telenovela sobre el Binomio de Oro, en especial representando la
vida del cantante Rafael Orozco. Autor de las canciones: Jamás, imagínate;
impredecible; diferente a los demás; y no importa. Grabó el CD Contenido
original. (*2). El 29 de julio del 2013 recibió la Gran Cruz de Bastidas del Concejo
del Distrito y la Alcaldía.
SOLANO DÁVILA, LUIS FELIPE.
Nació en Santa Marta en 1938. Murió en San Gil el 27 de febrero de 2019. Hijo
de Simón Lozano García y Enriqueta Dávila Riascos. Realizó estudios en la
Universidad de Fordham, Nueva York; en el British Drama League de Londres,
Inglaterra, y con Jerzy Grotowski en Polonia. El departamento del Magdalena fue
ganadero. Se inició en el cine en Alemania, donde vivió unos años;
posteriormente vivió siete años en España. Actuó con Robert de Niro, Franco
Nero, Charlton Heston, Telly Savalas y Charles Bronson. Destacado en la
televisión por obras como “Gallito Ramírez”, “El gallinazo”, “El derecho de
amar”, “San Tropel”, “Caridad”, “Corralejas”, “Semillas de mostaza”, “La rosa
de los vientos”, “María bonita”, “Amar y vivir”, “Escalona”, “Mascarada”, “Ay,
cosita linda, mamá”, “Alejo”, “Señora bonita”, “La comedia”. También actuó en
cine en las películas “Pasos en la niebla”, “La misión”, “Amores ilícitos” y
“Carrera contra el peligro”. Sus participaciones en España fueron en “Un toque
de distinción”, “El viento y el león”, “La fuga increíble”, “Un pueblo llamado
bastardo”, “Marco Antonio y Cleopatra”, “Nadie oyó gritar” y “Furtivos”. En
teatro, con las siguientes obras: “El oso y el madrileño”, “El condenado por
desconfiado” y “El sí de las niñas”. Posteriormente participó en “Todos los
años a la misma hora”, “El ladrón de palabras” y “El señor ministro”. Fue
presidente del Círculo Colombiano de Artistas (CICA). (*3). Fue profesor de la
Universidad de San Gil en Santander; se residenció en el mismo departamento en
la ciudad de Barichara.
LUIS TAMAYO MORÓN. Nació en
Plato. En 1996 integró el reparto de la popular telenovela Guajira, donde
interpretó el papel de “Sidro”, el palabrero. Esta actuación le valió obtener
un premio Simón Bolívar en la categoría de mejor actor de reparto. En 2003 tuvo
una destacada actuación en la telenovela “La costeña y el cachaco”, en la que
interpretó el papel de “Pepe”. Inició la década de 2010 con un papel en la
telenovela “Chepe Fortuna”, seguido de una aparición en “Lecciones para un
beso” de 2011. En 2012 interpretó el papel del agente “Golero” en la serie
“¿Dónde carajos está Umaña?”; “Tarde lo conocí”, telenovela sobre la vida de la
cantante vallenata Patricia Teherán, fue su siguiente aparición en la
televisión colombiana. En 2019 retornó al cine, apareciendo en la película de
Juan Camilo Pinzón “Los Ajenos Fútbol Club”. (*1) Ganador del Premio Simón
Bolívar 1996 al mejor actor de reparto y del Premio Tv Novelas 1997 al actor de
reparto favorito por su gran actuación en la telenovela Guajira, en la que
interpretó a Sidro, el palabrero, papel con el cual alcanzó la fama.
Tamayo ha sobresalido en teatro en las obras “La
zapatera prodigiosa”, “El loco de modas”, “La gaitana”, “Orquesta de
señoritas”, “Cuernos, cortinas y champagne”, “Un día agua”, “Echao pa'lante”,
“Un muerto y quince contentos”, “La jaula de las locas” y “El toque de queda”.
También ha aparecido en las películas “Lecciones para un beso”, “Rufino”
(2011), “Lecciones para un trío”, “Bolívar soy yo”, “Despojos del mar”, “El
último asalto”, “El manantial de las fieras”, “Los ángeles del oro blanco” y
“El escarabajo”. Fue director de casting de la miniserie “Viento y arena” en
2005. (*4)
NOTAS
(*1) Tomado del periódico “Hoy Diario del
Magdalena. (*2), elvallenato.wordpress.com
(*3), www.eurodaje.com. Y
Medellín Becerra, Jorge Alejandro. Diana Fajardo. Mi Tierra, el Diccionario de
Colombia, Grupo Editorial Norma, 2005 (*4), Wikipedia, Caracol TV y autores
colombianos. https://colombia-sa.com
Otros actores magdalenenses: Herbert King. Juan
Carlos Messier. Emerson Rodríguez. Guillermo Vives.
CINE y T.V.
DIRECTORES
GUTIÉRREZ MORENO, YÚLDOR. Nació
en Santa Marta el 25 de octubre de 1961. Hijo de José Abimael Gutiérrez Acosta
y María del Carmen Moreno. Desde sus estudios de bachillerato en el colegio
Hugo J. Bermúdez, en Santa Marta, ya actuaba en los tablados del teatro.
Bachiller del Liceo Celedón, se trasladó a la capital de la república a
estudiar una carrera profesional y se dedicó al arte escénico en la modalidad
de teatro; perteneció al TPB (Teatro Popular de Bogotá); permaneció por veinte
años en la capital del país; con apariciones en la televisión nacional como
actor en Felisa Romero (1998), Guajira (1996), Vida de mi vida (1994), ¿Por qué
mataron a Betty? (1991), Romeo y Julieta (teatro) (1987), Gallito Ramírez
(1986), Caballo viejo, Zarabanda, Romeo y buseta, Cambalache, Doña Flor y sus
dos maridos; todas estas en teatro; y Miércoles de Ceniza. Posteriormente se
inició como director de seriados y productor de TV en “Francisco el Matemático”
(2004), el cual permaneció por más de diez años en la pantalla chica y con este
seriado alcanzó numerosos premios a nivel nacional e internacional. Fue este su
trabajo más reconocido, pues recibió el Premio Nacional TV y Novelas. Fue
director de producción de “Yo, José Gabriel”. También laboró como profesor de
teatro en colegios y universidades bogotanas. Fue declarado Personaje del Año
2004 por el periódico Hoy Diario del Magdalena. Trabajó como director parcial
en Guajira, la cual terminó dirigiendo, y también lo fue en Tamarindo y en la
comedia Pícaros; actuó en el seriado Momposina. Como productor estuvo en la
novela “En los tacones de Eva” (2006). Se radicó en la Ciudad de México por
muchos años, donde llegó a ser director de producción de TV Azteca. (*1):
Yúldor, además de la actuación, se consideró “un inversionista conservador”.
(*2) Mantuvo un grupo de teatro al que llamó Aquelarre, con el cual presentó la
obra La Malinche en el Teatro Nacional de Bogotá (*3). En sociedad con otros
personajes de la TV a su regreso a Bogotá, “montó un negocio tipo escenario
para stand up comedy, noches de jazz, rumba y restaurante en Bogotá al cual
llamaron Punto G” (*4). Participó en 15 producciones de televisión. Quizá
Yuldor fue el intérprete de miles de jóvenes colombianos con uno de sus grandes
logros: “Francisco el matemático”, la serie que tuvo promedios de rating
envidiables para RCN y que además se ganó un Premio TV y Novelas en 1994. Con
veinte años de experiencia, se dedicó a dirigir y producir en televisión; salió
de Colombia. Yuldor no actúa desde hace 15 años, lapso que ha pasado entre
México, Miami, Argentina, Venezuela y Los Ángeles, recogiendo experiencias y conocimiento
para sus futuras producciones. Ahora se encuentra detrás de la coproducción de
la exitosa serie infantil Grachi, del canal Nickelodeon Latinoamérica, que se
ve en 28 países. (*5)
Notas.
(*1) Revista TV y Novelas N° 312 del 8 de octubre
de 2001, y Entrevista personal (*2) www.eltiempo.com/archivo 27 de junio de
2007. (*3) www.eltiempo.com/archivo, 23 agosto de 1994. (*4)
www.eltiempo.com/archivo. 28 de julio de 2004 (*5) SEMANA del 16 de septiembre
de 2011
MODELADO
MACHADO, VIRGINIA MARÍA (Conocida
como “Viña Machado”). Nació en Santa Marta el 17 de agosto de 1979. Egresada
como bachiller del Colegio Nacionalizado Hugo J. Bermúdez. Catalogada como la
top model samaria 1998, top model colombiana y top model latina. A los 17 años
viajó sola fuera del país y llegó a México, donde trabajó como modelo hasta los
23 años con la agencia Glenda Modelos. Desfiló para Macario Jiménez, Moschino,
Chanel, Loewe, Ferragamo, Escada, Max Mara, Prado y participó como modelo en
unos videos musicales de Paulina Rubio: “El Último adiós” (2001) y “Yo no soy
esa mujer” (2002). También con Carlos Vives realizó el video “La foto de los
dos” en el año 2013. Volvió a Colombia en el año 2004 para la edición del
quinto aniversario de la revista SOHO; en el 2005 participó en el “Reality” “La
Isla de los Famosos 2”, de la cadena radial RCN, donde figuró entre los cuatro
últimos que se disputaron el premio. Participó en desfiles con Colombia Moda,
con Leonisa; y en Fashion Week de México. También estuvo en Italia con la
Agencia ICE Black. Ha sido modelo de las revistas ELLE y VOGUE. De igual
manera, cuando estuvo en Europa, modeló para firmas españolas. Fue escogida por
el director de Body Chanel entre las modelos más importantes de Colombia para
que presentara su programa Fashion Fantasy (2007). “Viña” también trabajó con
Silvia Tcherassi. Su transformación como actriz se estrenó en un corto papel en
la novela “Dora, la Celadora” y posteriormente, en el año 2008, a finales de
febrero, en el seriado “Súper Pa” del canal RCN. En los años siguientes
participó en varias telenovelas colombianas. Como pasatiempos, practicó el
buceo, la bicicleta y leer; además, ir al cine, bailar y oír música salsa y
hip-hop, rap. Después de salir airosa de un casting, debutó en el teatro como
protagonista de la obra “Doña Flor y sus dos maridos”. Con este grupo de
artistas se paseó por toda Colombia en diversas presentaciones bajo la
dirección de Jorge Alí Triana. (*2) Participo en los siguientes seriados o
telenovelas en Colombia: “La Jaula”,(2004); “Dora la celadora”, (Invitada
2004); “Súper Pa” (2008); Oye bonita (2018); “El fantasma del Gran Hotel”
(2009); “Tierra de Cantores”, (2011); “El Cartel”, (2010); “Correo de
Inocentes”, (2011); “Comando Elite”, (2014); “La Playita”, (2014); “Lady la vendedora
de rosas”, en el papel de Brigit (2015); “Anónima”, (como Sofía Linares,
2015-2016); “Celia”, (2015-2016); “La esclava blanca”, (Eugenia-2015-2016); “La
Cacica”, como Consuelo Araujo Noguera (2017); “EL Comandante”, (como Carmen
Rondón, 2017); “La Ley secreta”, como protagonista No4 (2018); “Pescaito el
templo de futbol” (Mama deAlex) (2019) “El General Naranjo” (Como Esperanza
2019); “El man es Germán” (2019); “Enfermeras” 1 y 2 (Como Gloria Mayorga
2019-2020-2021). “Leandro Díaz” (como Ignacia Nacha de Ospino -2022-23);
participó en “Laisla de los famosos 2: una aventura pirata” (2005), el reality
“Mister Cheff” 2021 y estuvo entre las finalistas. Por el canal Netflix, “Cien
años de soledad” (como Pilar Ternera-2024). Apareció en videos de Paulina
Rubio, “El último adiós” (2001); Peter Manjarrés (2009), “El Caballero”; Carlos
Vives, “La Foto de los dos” (2013). Recibió los premios de Produ Awards como
mejor actriz de reparto de superseries y telenovela; premio ganadora de India
Catalina como mejor actriz antagónica de la telenovela Enfermeras (2020).
MONTOYA MAYA, MARÍA VICTORIA.
“La Toya”. Nació en Santa Marta en 1984. Hija del empresario Darío Montoya y
María Victoria Maya. La primaria y el bachillerato los realizó en esta ciudad;
graduada en publicidad (2007) en la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá.
“A los 16 años modeló por primera vez por pedido de Hernán Zajar; en el año
2007 participó en La isla de los famosos, la Aventura Maya (reality), también
fue presentadora del noticiero CM&; participó en varias e importantes
campañas publicitarias y en varias portadas de revistas como Soho, Carrusel,
Fucsia Novias, la revista de El Espectador; fue modelo de Chencho Piñeres.
Apareció en el mundo del espectáculo cuando fue Reina del Mar (2007). (*3)
Declarada la Modelo del año 2009 por la revista “Cromos”. La Toya Montoya, una
de las mejores modelos de Latinoamérica y la más cotizada del país, será la
imagen de la campaña publicitaria de Cali Expo Show, evento que, del 19 al 23
de octubre de 2010, llegó ese año a su décima versión. Su carisma y sencillez,
su elegancia y profesionalismo, y su belleza y fuerza interior hicieron que
fuera la escogida por FENALCO Valle del Cauca. La frescura que irradia, su
figura atlética, su melena brillante, su andar firme y elegante y su
personalidad alegre y carismática van muy bien con la imagen de los 10 años de
CALI EXPOSHOW. Ha participado en Cali Exposhow, Colombia Moda, Plataforma K,
Feria del Cuero, Círculo de la Moda, Hoy Semana Internacional de la Moda en
Bogotá, Miami Fashion Week, FTV Beach Playa del Carmen, Méxicoy Fashion Week.
Vivió en España por espacio de dos años. Fue presentadora del Reinado Nacional
de Belleza de Cartagena. (*4) a una entrevista de Cali Expo Show: respondió
haber trabajado con Oscar de la Renta (Cali Expo Show pasado), Carolina
Herrera, Ángel Sánchez, Macario Jiménez, Beatriz Camacho, Hernán Zajar, Amelia
Toro, Francesca Miranda, Johana Ortiz, Renata Lozano, María Luisa Ortiz.
Apareció en portadas de muchas revistas, entre ellas: “Toscana”, “One Eye”,
“Nueva”, “En forma”, “Soho”, “Infashion”, “Carrusel”, “Trendy”, “El Tesoro”,
“Don Juan”, “Magazine”, “Novias”, “Actual”, “Velvet” (México), “Harper‘s”,
“Bazaar” (México), “Fucsia”... ha trabajado como modelo en Colombia, México,
España, Miami. Un libro: Siddhartha Una canción: Gitana de Willie Colón. Una
ciudad: Cadaqués, España. Una comida: Sushi, etc. (*5) Organizó y trabajó el
proyecto de Comedor Comunitario para niños de escasos recursos de Santa Marta,
para lo cual recibió el apoyo del Distrito de la misma ciudad a partir del
segundo semestre de 2010. Inició un proyecto de calendario de junio de 2010 a
junio de 2011, con el fin de recaudar fondos para una fundación que dirigirá el
proyecto. (*6) Participo en: La isla de los famosos: Una aventura maya (2007);
en Desafío 2010: La lucha de las regiones; EL Brazarte Dorado, como
presentadora. En The Amazing Race Latinoamérica (2013), primera mujer en
presentar este exitoso reality en su versión latinoamericana en ese año.
Notas.
(*2) Revista ZONA ROSA del periódico “Hoy Diario
del Magdalena” del 19 de diciembre 2008, pág. No. 9. Algunos otros apartes
fueron tomados de la Revista ALO No 437 del 19 de agosto de 2005 y la Revista
Zona Rosa, 19 dic. 2008, pág. 9, Farándula (*3) Apartes tomados de Revista Jet
Set Edición No 168 del 20 de mayo 2009 titulada “¿Qué tiene la Toya Montoya?”
(*4) www.Caliexposhow.com
(*5) www.Caliexposhow.com
(*6) Tomado de “La ciudad como tú la querías” en
santamarta-magdalena.gov.co/sitio.htm.
MÚSICA
Este género de las artes, en nuestro
departamento, ha tenido grandes cultores en la música; nuestros máximos
exponentes fueron grandes pianistas y violinistas. De acuerdo a sus actuaciones
musicales y a su generación, he clasificado a nuestros exponentes en tres
etapas o períodos: “Primera Generación Musical Eclesiástica y Clásica” con los
pocos datos que hemos encontrado musicales en tres etapas o periodos: “La
Segunda Generación Musical o de los Pedagogos Musicales” y la Tercera
Generación Musical Clásica y Moderna contemporánea
Primera Generación Musical Eclesiástica y
Clásica: Comienza en el año 1541, cuando Alonso Luis de Lugo trajo a Santa
Marta unas trompetas, chirimías y buches con sus soldados; fue la primera
impresión sonora, diferente a las ocarinas, flautas, gaitas, tambores y
sonajeros que componían el instrumental local, extraño a ellos, que tuvieron
los aborígenes de Santa Marta. Posteriormente, se tienen noticias de que el
Deán Antonio Barranco en 1683 trajo un órgano para la catedral de ese entonces
y enseñaba este instrumento a dos jóvenes de esta ciudad. El obispo fray
Antonio de Monroy ya tenía posiblemente en el incipiente seminario un órgano y
un arpa donde, además de clases a los escolares, se daban clases de canto
eclesiástico. En una escuela religiosa, fundada por el Obispo Manuel Redondo,
llamada San Jorge en 1816, se enseñaba a tocar piano y arpa a los alumnos
huérfanos; es en este periodo del siglo cuando empezaron a llegar españoles con
sus guitarras. Según Augusto Le Moyne, en su obra “Viaje y Estancia en la Nueva
Granada”, hace referencia admirado “sobre la maestría con que tocaban la
guitarra los samarios y se regocijaba escuchando las serenatas en las ventanas
de las casas”; ya en 1854, Fray Raimundo José continuaba enseñando órgano; como
testimonio notamos que tanto José C. Alarcón como Arturo Bermúdez nos narran
las posesiones de los obispos con misas cantadas. Muy posiblemente Alarcón,
católico practicante y de una inteligencia prodigiosa, de una vasta cultura, y
el Dr. Andrés Bermúdez Caminoaga, aprendieron a tocar piano en el seminario o
casa del obispado, y es precisamente a finales del siglo XIX y comienzos del XX
cuando aparecen los virtuosos Honorio Alarcón (hijo de José C. Alarcón),
Gabriel Angulo y Andrés Bermúdez (hijo de Andrés Bermúdez Caminoaga), quienes,
alternando sus estudios de Medicina y Derecho, se perfeccionan estudiando en el
Conservatorio Nacional de Bogotá (1905-1909). Regresando a esta ciudad. Honorio
había viajado a Leipzig, Alemania, donde se gradúa como virtuoso del piano y
concertista, regresando posteriormente a Colombia, pero no se vincula a la
enseñanza en su ciudad. Es en febrero de 1890 cuando se crea el “Instituto
Departamental de Música”, iniciando actividades con 111 alumnos, bajo la
dirección de Gabriel Angulo y la subdirección de Andrés Bermúdez y los
maestros, además de los dos anteriores, José C. Alarcón, Gumersindo Castro,
Luís Morales y Emilia Gay. Aquí aprendieron a usar el piano, instrumento
musical abundante entre las residencias de las familias samarias por esa época.
(*1)
En la Segunda Generación Musical o de los
pedagogos musicales, principios del siglo XIX. Los doctores Angulo y Bermúdez
enseñan a sus paisanos en Santa Marta; al parecer, José C. Alarcón se instaló
en Ciénaga, Magd., y allí enseñó piano, logrando un buen discípulo en Eulalio
Meléndez, mientras que en Santa Marta, Bermúdez, en 1892, enseña y logra fundar
con sus alumnos y familiares una orquesta que logró realizar algunos
conciertos. En este primer cuarto de siglo, procedente de Alemania, donde
estudió música, llegó a Santa Marta el “gran maestro de piano” Leo S. Rico,
estableciéndose en estas tierras donde fundó su propia escuela de música. A
esta generación pertenecen Darío Hernández, quien viajó a Bruselas, Bélgica, donde
perfeccionó sus estudios de Música; María Luisa Flores; José Manuel Conde,
quien complementó sus estudios musicales en el Conservatorio de Bogotá; Roberto
Linero de Castro y el Dr. Rafael Lafaurie, quien, además de la bacteriología,
también fue, como los otros, profesor en la recién fundada “Escuela de Música
del Magdalena”, creada en 1937 por iniciativa del Dr. Armando Fuentes
Guardiola, mediante Decreto de la Gobernación, y que tuvo como primer director
a Darío Hernández y como profesores, entre otros, a María Luisa Flores y Celina
Ceballos. Esta escuela se integra al Instituto de Bellas Artes del Magdalena en
1939 bajo la dirección “Ad honores” de Darío Hernández.
La Tercera Generación Musical Clásica y Moderna
contemporánea la tenemos que dividir en dos estadios, así la Generación de 1940
o Clásica, donde se inician en los estudios musicales los famosos concertistas
nacional e internacional: Carol Bermúdez y Andrés Linero. Emparentados con los
profesores de la Escuela de Música del Magdalena; es de esta época Rita
Fernández Padilla, quien se destaca en el acordeón y su hermano en el piano y,
con menos participación artística, el Licenciado en Música Carlos Avendaño
Miranda, pero con una gran vocación pedagógica. Funda en 1973 la Escuela de
Música Microkosmos. Aparecen en esta generación: Martínez Duran, Ceballos
Celedón, Salcedo Cuao, Vizcaíno Avendaño, James Fernández y otros. Duro golpe
recibió el estudio de la cultura musical en Santa Marta por los años 2002, con
la cancelación del Instituto de Bellas Artes del Magdalena y la supresión de la
Banda de Músicos Departamental, por parte de la Gobernación del Magdalena,
aduciendo el Dr. Juan Carlos Vives Menotti, producto al parecer de una “crisis
económica del departamento que motivó una reestructuración administrativa, con
fines económicos”. (Pero al parecer más políticos que económicos).
“Época Moderna y Contemporánea”. Nuestro
departamento también ha sido muy fecundo en otras corrientes musicales y vale
la pena destacar cómo la ciudad de Ciénaga fue la vanguardista en la música de
guitarra, donde se destacan el profesor Massilli y sus alumnos; la escuela o
Academia de Música de los Alemanes, el profesor Sillé; el profesor Rengifo;
“Niño” Fornaris, que dejaron una descendencia musical en Dámaso Hernández, Paz
Barros, Efraín Burgos, Fontanilla, el samario Bovea y su máximo exponente,
Guillermo Buitrago. Otros aires musicales como los sonidos del acordeón tienen
su desarrollo especialmente en la “Escuela rivereña del acordeón”,
prácticamente institucionalizada por Francisco “Pacho” Rada en los municipios
de Plato, El Difícil, Pivijay, Tenerife y otros pueblos ribereños del
Magdalena, y fueron sus alumnos Juancho Polo, Luís Enrique Martínez, Abel
Antonio Villa, Nefer y Alejo Durán, Alberto Rada Ospino, Alberto “Beto” Villa,
Alcides Díaz y, recientemente, los jóvenes Cristian Camilo Peña y Luchito Daza
Maestre.
Otros cultores musicales, de diferentes aires,
tuvieron su origen en otras escuelas y conservatorios o simplemente fueron
autodidactas. Entre estos podemos destacar a Ramón Ropaín, Antonio María
Peñalosa, “Chema” Gómez, el jazzista samario que vive en España Juan Camacho,
José Benito Barros, Marco Posada, Julio Herazo, el gran maestro del Carmen de
Bolívar “Lucho” Bermúdez (emparentado con familiares en Santa Marta, donde se
inició como músico); Rubén de Aguas, Los Hermanos Martelo, Garibaldi, Luis
Núñez, etc. Finalmente, nuestra tierra ha dado muchos intérpretes vocalistas
que, sin aprender el canto y/o haber recibido clases de música antes de cantar
y modulación de voz, se destacaron llegando a obtener Grammy como Carlos Vives;
también lograron la fama Alejandro Palacio Sawady, Ana Cecilia Almanza, María
Cristina Tovar, Álvaro González, Alfredo Sánchez y Alberto Alzamora, entre
otros.
Notas.
(*1) Arturo Bermúdez: Materiales para la historia
de Santa Marta
Excelente, felicitaciones al autor y a este medio que lo apoya.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, espero lo disfrutes.
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