Entre compañeros del 450

Entre 1907 y el 2017, la historia de la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdoba, se ha visto honrada con las caras alegres de miles de jóvenes bachilleres, que ingresaron con la firme convicción de ser oficiales del Glorioso Ejército de Colombia.

Es así, como el 23 de enero de 1986 fueron incorporados 614 alumnos representando las ciudades de Bogotá, Tunja, Sogamoso, Chiquinquirá, Duitama, Valledupar, Santa Marta, Cartagena, Barranquilla, Cali, Pasto, Palmira, Armenia, Ipiales, Buga, Medellín, Barrancabermeja, Montería, Bucaramanga, Cúcuta, Socorro, Pamplona, Ibagué, Villavicencio, Popayán, Pereira, Manizales, Cartago, Neiva y Girardot, quienes conformaron las compañías Girardot, Santander y Ricaurte.

Luego de tres años de formación militar y entrenamiento, el 1 de diciembre de 1988 se graduaron 413 subtenientes, cuya promoción lleva orgullosamente el nombre 450 años de la Fundación de Santa Fe de Bogotá, en honor a la capital fundada por el conquistador español Gonzalo Jiménez de Quesada.

Pasados 30 años, los cadetes se convirtieron en Brigadieres Generales, Coroneles, Mayores, Capitanes y Tenientes, dejando huellas de sacrificio como escuderos en el conflicto Colombiano que tanto daño causo a la Nación, pero orgullosos del deber cumplido cuando juraron con la voz en alto, la defensa a la bandera, honor de solo un puñado de hombres.

Hoy, de manera mancomunada nos dirigimos con especial cariño, al señor Teniente de caballería German Darío Otálora Amaya, bogotano de nacimiento, quien presto su servicio militar con honores como soldado bachiller en el Batallón Guardia Presidencial durante el año de 1985.

Ocupo el puesto 119 de su promoción, defendió sus ideales patrióticos con mucho honor y gallardía en el Grupo de Caballería Cabal en Ipiales Nariño, Escuela de Caballería en Bogotá Cundinamarca y el Grupo de Caballería Revéis Pizarro en Saravena Arauca, condecorado con las medallas, San Jorge de Capadocia, Orden Público y José María Córdoba.

Amigo German, cuando atraviesas momentos difíciles de tu vida, reconocemos que eres una persona alegre, jovial y humana, que ha logrado con dedicación y constancia mantener unidos a tus compañeros de curso, eres el constructor fundamental de hechos históricos de hermandad, compañerismo y camaradería, que han dejado excelentes recuerdos en nuestras vidas y que jamás se serán olvidados por quienes te apreciamos.

Tus compañeros, oramos cada día con nuestras familias, al gran Dios de vida, de amor y de bondad, para que escuche las plegarias y las convierta en grandes gotas de salud que lleguen a tu alma, que contribuyan a sostenerte en este bello camino de la vida, en paz y armonía al lado de tu esposa y familia, animo gran luchador.

“El camino puede ser difícil pero con tu ayuda lo podemos lograr”