Guerra y Paz, Santos vs Farc - Eln (realidades)

Son claras las conclusiones de cómo va el proceso de paz en Colombia, y aún más claro del rumbo que tomará el país en las próximas elecciones presidenciales, de Senado y Cámara, para ello debemos tener claro el pasado y el presente por el que transitan los colombianos con relación al gobierno de Santos.

En el pasado, Colombia estaba en la mira del mundo por tener una de las revoluciones y guerrillas más viejas de América y del globo, sin embargo, existían dos realidades, estábamos todos unidos gobierno y pueblo en función de garantizar la seguridad interna del país en conjunto y hacerle frente al terrorismo que asesinaba el territorio. A pesar de ello nos sentíamos cohesionados y con una gran fortaleza para enfrentar nuestra única amenaza, las guerrillas de las farc y el eln.

El presente, está altamente representado por la irresolución generada por un presidente que prefirió tenderle la mano a los guerrilleros y no respetar la soberanía de todo un pueblo, el resultado de ello se concluye en la vivencia actual que sufre el país y todos sus ciudadanos así:

Colombia está dividida entre los del No y los del Sí, entre una izquierda unida y cada día más fuerte y una débil y desunida derecha, con 22 candidatos presidenciales que han generado una latente incertidumbre política donde no se identifica el líder, un país que incrementó los cultivos de cocaína y de marihuana colocándose en el primer lugar mundialmente, sin obtener un voto las farc hoy el consejo nacional electoral le confiere el título de partido político con su brazo ideológico, político y armado (disidencias que superan los números reportados oficialmente).

Tenemos la influencia de cubanos que ya ven este territorio como suyo para la santería, la oportunidad de cambio ideológico en el orden académico y su nueva sede revolucionaria, la migración venezolana azotando el orden social y económico por falta de autoridad hacia el gobierno del país vecino, y un trofeo de guerra denominado premio nobel noruego entregado a un hombre que prefirió vender su alma al terrorismo.

Un inventario de armas y caletas engañoso a los ojos del pueblo, unas Naciones Unidas inoperantes que tienen que creer lo que les dicen los actores del acuerdo, una Fuerza Pública cada día en proceso de debilidad dirigidos por una cúpula que perdió toda posibilidad de honorabilidad y respeto, con un Ejército Multimisión que no logró los propósitos de ocupación de las áreas donde se desmovilizaron las guerrillas de las farc (Plan victoria) y aún menos garantizar la defensa de Colombia en las fronteras del país.

Si a lo anterior le aumentamos la crisis económica latente, la violencia continua que muestran los medios de información al instante, una justicia debilitada por la JEP, la demostración de la alta corrupción que cobija a todos los entes del gobierno y la desinformación en que viven los colombianos, podemos casi que afirmar que el futuro de Colombia será altamente preocupante para todos aquellos que sufrirán las consecuencias de una etapa pasional e irreversible generada por el supuesto cambio de la guerra a la paz, como decían los viejos de antaño, salió más caro el remedio que la enfermedad.

“El camino puede ser difícil, pero con tu ayuda lo podemos lograr”