No más Huellas terroristas

Me es muy difícil comprender las opiniones de algunas personas de este país frente a los hechos terroristas que son ampliamente evidentes en contra de la escuela de la policía el pasado 17 de enero, donde ante los ojos de miles de vecinos, transeúntes, policías, hospitales, extranjeros y medios de comunicación se evidenció semejante acto de barbarie por unos desadaptados sociales.

Y expreso esto, toda vez que al leer y escuchar opiniones y comentarios de algunos y de otros, me sorprende la nefasta imaginación que tienen, frente a la responsabilidad de ésta evidencia inhumana en contra de jóvenes cadetes y niños, cómo se atreven si quiera a dudar de su propio país, una cosa son las críticas que ha generado el Fiscal General y otra muy clara la capacidad de reacción del Consejo de Seguridad Nacional conformado por la Fuerza Pública, los entes de investigación, justicia y gobierno además de una fuerte conexión interinstitucional que permite demostrar resultados a la menor brevedad.

Es increíble que alguien pueda pensar de manera perversa, que el Gobierno de turno o cualquier integrante de la administración actual quiera o siquiera intente autodestruirse para tomar medidas contundentes frente a una organización delictiva, considero que los hechos que han acontecido históricamente en el país, han superado todas las barbaries que se pueda uno imaginar apoyadas por el narcotráfico y ejecutadas por las narcoguerrilas de las FARC, ELN, EPL y M19 las cuales han dejado una sociedad más que resentida, adolorida y mal tratada.

Díganme por favor donde están los pronunciamientos y expresiones de dolor sinceras de parte de quienes dicen defender al pueblo, (acaso los policías no son del pueblo) de todas esas organizaciones de derechos humanos, de los grandes líderes de izquierda, de los que premiaron al Nobel de Paz, de los que generan polémicas fuertes en los distintos cargos del Estado, es aquí cuando nos damos cuenta de un silencio alcahueta y complaciente frente a las claras evidencias del nefasto terrorismo.

¿Dónde están las ínfulas de las bestias que lideran al ELN? ¿dónde están los Senadores de las Putrefactas FARC que tanto daño han realizado?, donde están, inmersos en sus cloacas, burlándose del pueblo, sonriendo como hienas frente al dolor ajeno, y disfrutando del daño nacional e internacional, eso es lo que algunos apoyan así como apoyan los bárbaros a Maduro en el vecino país, he aquí como se busca desestabilizar a un pueblo que no se merece este mal trato.

No cabe duda que los actores materiales, los actores intelectuales, los permisivos y los ingenuos no tienen la dimensión de sus actos, por un lado los muertos y los heridos de una institución respetuosa que deja huellas en colombianos, ecuatorianos y panameños, por el otro la intención de tantear al gobierno de turno para intentar ponerlo contra la pared, la más nefasta es la de intimidación hacia una sociedad de 45 millones de personas con el agravante de mostrar una pésima imagen frente a la comunidad internacional de un país que busca superar sus dificultades, pero que no lo logra por un puñado impuro de asesinos sin temor y sin vergüenza.

El país no necesita marchas, necesita una conciencia ciudadana de exigencia a la justicia de penas con cadena perpetua o la pena capital, el país no necesita de flores, ni de lágrimas ya derramamos suficientes, necesita hechos contundentes en contra de todo miserable que siga intentando afectarnos a muchos bajo las ideologías retrogradas del terrorismo, comunismo, populismo, oportunismo y de la corrupción inclemente, gritemos en conjunto no más huellas terroristas.

“El camino puede ser difícil, pero con tu ayuda lo podemos lograr” (soy ciudadano)