Muere Popeye, de Asesino a Angelito

Alcala de Henares, España

Cuando viajas a países del viejo continente y ves las vallas gigantescas haciéndole apología al narcotráfico y especial a los carteles de Medellín y de Cali o cuando viajas a Estados Unidos y te presumen como narcotraficante  o cuando ves en la lista de países que tú Colombia es la número uno por el narcotráfico producido por una minoría poblacional que vende una mala imagen de toda una población.

Allí debemos todos al unísono estar en desacuerdo con el narcotráfico y con todos aquellos que han dejado al igual que las FARC, ELN, PARAMILITARES, EPL, M19 y CORRUPTOS la mala imagen de nuestro país.

Entre ellos está el supuesto angelito que murió ayer llamado POPEYE, quien hoy trate de justificarlo como asesino, como delincuente y como narcoterrorista, es porque jamás vivió en Medellín y sintió además de ver cómo nos desprestigiaron a nivel mundial con la fuga de la Cárcel de Máxima Seguridad de Pablo Escobar y este señor lo respaldaba, fue porque no vivieron las bombas que se colocaban en la ciudad donde murieron muchísimas personas y mantenían a la bella capital de la eterna primavera en peligro inminente.

Esa persona que hizo parte del cartel más buscado del mundo fue parte de un modus operandi enseñado a la población joven que aun los afecta, esa misma la que le coloco precio a nuestros policías y militares por cabeza, donde la población se alejaba de la Fuerza Pública como si tuviéramos un virus altamente letal, generándole a esas generaciones una forma criminal de actuar.

   

El difunto “Popeye” aceptó sus actos, su historia con los hechos que ejecuto; espero que la Justicia Divina, aquéllos en la que creemos muchos, haga su juicio final y que le asignen la pena que consideren.

No comprendo como en nuestro país colocamos en la balanza con el mismo medidor a los buenos y a los malos, porque este señor fue uno de los malos, o se les olvida que fue delincuente, capturado,  salió de la cárcel nuevamente a delinquir, que tuvieron que cambiarlo de cárceles hasta encontrar una donde sus tentáculos narcotraficantes pudieran ser neutralizados por que en todas se burlaba de la justicia.

Se les olvida que el Cartel de Medellín estuvo involucrado con asesinatos, carros bombas, bombas a instalaciones, secuestró y extorsión, muertes entre familias, venta y comercialización de drogas, manejo sucio de la política sobre todo en el Senado, lavado de activos, burla de la justicia, influencia en los medios de comunicación, nómina paralela en la justicia y la Fuerza Pública y hasta dudas que se crearon dentro del proceso ocho mil que salpico a un Presidente, declarando objetivos selectivos para asesinar a aquellos que apoyaban la extradición.

Ahora, cuando el Comandante del Ejército sale mostrando un lado humanista y católico sobre la situación de una persona, que estoy seguro no desconoce el prontuario delictivo de alias POPEYE, lo acribilla Vicky Dávila y la Revista Semana, dejando en mí una pregunta significativa ¿Qué busca verdaderamente esta revista y la periodista? Martínez no les gusto, Mejía tampoco, Lasprilla menos, uno  por guerreristas, otro izquierdista, otro por chuzadas y ahora a Zapateiro por humanista, ¿dónde estará el trasfondo de estas salidas públicas para desprestigiar la institucionalidad?  

Como militar, entiendo la difícil posición que ocupa un Comandante del Ejército que lo nombra precisamente el Presidente de la República y comprendo lo que trató de explicar el General, pero no comprendo a nuestro país cuando a "Popeye" el ASESINO, ahora lo quieren ver como ANGELITO.

  

 “El camino puede ser difícil, pero con tu ayuda lo podemos lograr” (Soy Ciudadano)