Revista Semana y los efialtes del Ejército

Poco o nada le debe importar desde mi óptica a las directivas y periodistas de la  Revista Semana en Colombia las amenazas que existen en contra del país; el Narcotráfico, la más nefasta podredumbre que nos genera el deshonroso primer puesto a nivel mundial por venta y tráfico de drogas, las pésimamente llamadas Guerrillas de las FARC, ELN, DISIDENCIAS, el delito transnacional, la presencia silenciosa de ciudadanos de Cuba, Venezuela, Nicaragua, países orientales y del medio oriente cuyos propósitos no son sanos para nosotros.

La inminente corrupción que carcome no solo la moral colectiva del país sino también la economía, el respeto por la vida, el comercio, la política, medios de comunicación, la credibilidad de las instituciones del gobierno y la educación además de la salud, todo de manera presencial o virtual con delitos cibernéticos.

Y reafirmo desde mi óptica, porque haciendo un somero análisis de inteligencia observo que el reiterado atropello de desprestigio de la Revista Semana hacia el Ejercito de los colombianos pone en evidencia su estrategia de atacar los flancos para llegar al objetivo.

Objetivo que presumo, debe ser el Presidente de Colombia por su identidad con Uribe, mal creyendo que la Fuerza Pública es de derecha y no comprendiendo que simplemente es una institución constitucionalista; ignorancia que sería garrafal para el país por ser este un medio de comunicación viejo; claro esto se comprende cuando sabemos que esa revista tiene sus vínculos históricos y directos, complacientes y fuertes con la línea política de los Santos y que ha dependido económicamente de la pauta publicitaria del erario público que ahora no tiene.

Viéndolo de esta manera, parece una lucha entre la Izquierda y la Derecha y aquí está parte del asunto actual de la inteligencia militar, vulnerada para encontrar excusas y causar un efecto negativo de su imagen frente a la población de Colombia, con el agravante de desinformar al mundo en general sobre un Ejército que defiende todas las libertades sociales entre ellas la libertad de prensa.

Pero lógico, el viejo refrán se pone en evidencia “el pecado es cobarde” cuando no tienes buenos argumentos, cuando no se encuentra otra manera limpia de competir en el entorno nacional entre una revista bastante amarillista, solo queda atacar suciamente y aprovecharse de los Efialtes del Ejercito, comprados con lentejas, desprestigiados por su falta de identidad institucional o aprovechados por sus propios intereses personales permitieron que los periodistas le hicieran una operación de inteligencia que la contrainteligencia no supo detectar.

Hacer escándalo de unas carpetas que supuestamente vieron por qué no las mostraron nunca, decir que existen,  que considero deben existir por la simple naturaleza que la inteligencia en todo su contexto es la herramienta autorizada por el Congreso en el 2013 y por el señor del Premio Nobel de Paz para analizar en el presente, el futuro que nos espera y para ello en esta misma hipótesis de inteligencia pienso que los opositores de la democracia participativa vienen ganando espacios  agigantados con el ánimo de apoderarse políticamente de nuestro país.

Coronel. Carlos Enrique Martinez Caballero 

Ah incautos, que no comprenden el contexto del tiempo, que mejor que atacar cuando se es débil o estás distraído en tiempos del COVID-19, que bueno es utilizar el viejo adagio “una mentira repetida mil veces se puede convertir en realidad” y la Revista Semana con su grupo de inteligentes sí que saben hacerlo, son mejores estrategas políticos sociales que los militares, lógico ellos son hombres de honor aunque tengan sus efialtes.         

Ilustrar a los lectores y hablar de casos especiales como si fuera el descubrimiento de América es ignorar que existen millones de carpetas en todos los entes de investigación del país y del mundo, que las agencias de inteligencia están por todas partes las cuales están en Colombia autorizadas por la Ley de Inteligencia, pero no existe una Ley que autorice a un medio de comunicación infiltrar a los entes del gobierno.

Mi análisis personal, me lleva a comprender por qué atacan a la Fuerza Pública,  es sencillo, ellos no son políticos, son soldados y policías, ellos no suman políticamente en votos pero si pueden utilizarlos para desestabilizar al gobierno y la política, ellos no tiene la maldad y el resentimiento del Efialtes de Tesalia (Efialtes ​ era el hijo de Euridemo de Mélide y originario de Traquis, en Tesalia. Traicionó al rey espartano Leónidas en 480 a. C. ayudando al rey persa Jerjes I, ​ a encontrar otra ruta alternativa al paso de las Termópilas) que se impone por el odio y no por los argumentos, que nobleza de los hombres de armas que aún a pesar de revistas como Semana, ellos siguen comprometidos con la responsabilidad constitucional y la defensa de la soberanía del Estado.

Señores periodistas de la Revista Semana mis respetos, ustedes sí que saben utilizar el Arte de la Guerra, como simple revista pusieron a trabajar a los órganos de control en contra de una organización que cumple con su misión constitucional, como quien dicen “los pájaros le tiran a las escopetas y las escopetas corren” y eso que dicen algunos de sus periodistas “querer a los militares” es pura pantomima hipócrita por qué los hechos demuestran lo que hay al interior de su edificio y de sus corazones, en fin, solo es una simple apreciación de inteligencia de mi carpeta.    

“El camino puede ser difícil, pero con tu ayuda lo podemos lograr” (Soy Ciudadano)