Ya sé, por qué no votan los militares y policías.

Cuando niño, escuchaba a los adultos hablar del problema político que se generaba entre los liberales y los conservadores, eran los partidos de antaño, en el uno la crema y nata de los grandes líderes que gobernaban al país y se vestían de azul con apellidos de abolengos denominados “godos”, y en el otro bando la crema y nata que generaba la revolución y el supuesto cambio pero que se vestían de rojo y se llamaban “cachiporros”, en la mitad el pueblo que siempre pagaba las consecuencias de los dos movimientos.

Con el tiempo, han liderado la Presidencia de Colombia los Liberales y los Conservadores, pero en esa lucha de ideas se dio paso a la violencia, a las guerrillas, al enfrentamiento personal que perduran hasta nuestros días, con la diferencia que evolucionaron más, se hicieron fuertes y generaron más caos contra la población, muertes, robo, secuestro, extorsión y todo lo que yace escrito en las huellas de la historia.

Pero como el país es de memoria frágil y la noticia de hoy apaga la de ayer, hasta hace unos días nos debatíamos entre el SI y el NO del plebiscito, la paz y la guerra, luego la noticia se fue degradando con las elecciones al Congreso y posteriormente a Presidente y con gran coincidencia hoy inicia el mundial de Rusia, el día del padre se aplazó para darle paso al comercio y el pueblo sigue siego como borrego en la mitad, pagando las consecuencias de todo.

El domingo será Duque o Petro, la derecha contra la izquierda, ¿recuerdan lo del niño? lo mismo de lo mismo, el pueblo pagará con su plata para que las maquinarias funcionen, para resarcir al ganador y para responder hasta por el último de los papeles utilizados en el juego sucio de la política.

Y ustedes se preguntarán, ¿qué tienen que ver los militares aquí? pues sencillo, si el pueblo es ignorante y le generó caos, el gobierno sigue con sus maquinarias, con los apellidos de abolengos y el cáncer del socialismo trata de llegar hasta él, lo único que nos queda son las armas, lógico cuando ya tengan el caos, los inertes soldados que no opinan, no votan, no actúan entrarán en el juego a ponerle el pecho a las balas y a ejercer el control.

Lo vivido hasta hoy políticamente como ciudadano deliberante es: difamación brutal pública y en redes entre candidatos, ignorancia colectiva popular para votar, maquinarias brillantemente alineadas para llegar al poder, un puñado perverso, ruin, mezquino e infalible de cabezas visibles aprovechando la debilidad del pueblo y unas Fuerzas Militares divididas entre conceptos de izquierda y derecha con una cúpula tratando de tapar la realidad con una mano, como si más de 400 mil hombres y mujeres no pensaran y no vivieran en esta noble Colombia que no descansa de la violencia política continuada.

Pero como para todo hay solución, pronto nacerá el líder emergente que le dará a los militares y policías la oportunidad del voto y al país el equilibrio que necesita.

“El camino puede ser difícil, pero con tu ayuda lo podemos lograr” (soy ciudadano)