
Fue allí cuando en la mente de los infantes, caballeros, artilleros, ingenieros y logísticos de escasos años iniciaron a cumplir su sueño de ser Militar, de amar a su país, de entregarse con nobleza al servicio del pueblo, ése representado por papá, mamá, hermanos, familiares y que la aventura de cruzarnos por veredas, municipios y departamentos durante nuestras misiones de trabajo, la vida nos daría la oportunidad de contar la historia de manera diferente.
Unos murieron, muchos se fueron retirando, algunos fueron heridos y una minoría fueron judicializados, pero todos fueron victoriosos al final del recorrido, cada uno construyó su historia tal cual como le correspondía vivir bajo la mirada del Dios poderoso, con emociones, con reconocimientos, con viajes, con lágrimas pero también con alegrías escribieron en su libro lo que vivieron en 30 años.
Hoy 30 de noviembre día en que recibí a mi segunda hija hace 19 años, unos se congregan para celebrar en Bogotá, otros en cielo y de corazón todos estaremos unidos porque aún a pesar de la distancia nadie nos podrá borrar de nuestras mentes y de la historia que el 24 de noviembre de 1988 egresamos de la Escuela Militar de Cadetes con la mirada altiva, con la bandera en el corazón y con un sin número de sueños a la conquista de una carrera que nos dejaría huellas imborrables.
Fueron 413 familias las que recibieron la alegría, 413 novias que compartieron la emoción, 826 papás sintieron orgullo, 1652 abuelos que se llenaron de nostalgia, por lo menos 2478 hermanos mayores o menores que veían a un oficial de cerca y por lo menos 33040 compañeros de bachillerato que observaron cómo surgían por una causa patriótica quienes fueran sus compañeros de pupitre.
Camaradas compañeros, cuando levanten su copa hoy, recuerden que dieron el Paso de vencedores, que colocaron el Deber antes que vida, que durante 30 años utilizaron la Ciencia, el Dominio y la Vigilancia para ejercer el mando buscando ser siempre Íntegros y Valientes, que estuvieron convencidos siempre de Vencer o Morir, que permanecieron 10950 días en Guardia por la Patria buscando la Gloria en el Horizonte y tomados de la mano los retirados y los activos gritarán Salve usted la Patria que nosotros los apoyaremos compatriotas, porque en nuestras venas corre sangre de soldado.
Feliz día compañeros, mil bendiciones por existir y gracias por permitirme compartir una parte de mi vida a su lado a lo largo y ancho de este hermoso territorio, pero no olvidemos nunca a nuestros formadores superiores y mucho menos a nuestros subalternos sin ellos no habríamos podido superar con éxitos y triunfos este difícil conflicto interno que nos marcó por siempre.
Fuerte abrazo.
“El camino puede ser difícil, pero con tu ayuda lo podemos lograr” (soy ciudadano)
Felicitaciones a todos los integrantes de esta excelente promición. Existos para todos en donde se encuentren. Recuerdo especial a mis cadetes de la compañia Girardot
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