En el corregimiento el Pilón, vía Miravalle del municipio de Jamundí, el pasado 30 de agosto fue asesinado el Mayor del Ejército de la Reserva Activa Camilo Andrés Vergara López, oriundo de Palmira y residente con su familia en Jamundí, departamento del Valle del Cauca, quien disfrutaba en su tiempo libre de ciclo montañismo en compañía de su hijo y un compañero de trabajo de la empresa Dumial Medical en horas de la mañana dominical.
Según las versiones de su propio hijo, un menor de trece años, fueron detenidos por dos motocicletas con cuatro sujetos armados, les pidieron los documentos de identidad y observaron el carnet de servicios médicos del Mayor a quien dejaron retenido y en libertad al joven y a su compañero, quienes aseguran se identificaron como disidencias de las FARC, dijo el menor “en el momento que me regresaba ví llegar dos motos más y se llevaron a mi papá”.
El caso del Mayor Vergara tiene mucho de forma y de fondo para analizar, si se tiene en cuenta los recientes hechos violentos en los departamentos de Nariño y Valle del Cauca, donde se evidencia la presencia de bandas terroristas y narcotráfico, los cuales nunca han dejado de existir, por el contrario la inseguridad se refleja con carteles que tienen influencia mexicana.
La forma está reflejada en una paz inexistente que dejó el Presidente Santos Calderón, en unos papeles y acuerdos que no cumplió él ni las FARC y el fondo se refleja en varias situaciones como por ejemplo: el constante temor de los pobladores del sector entre Cali y Jamundí que están rodeados por las cordilleras que limitan con el Cauca y triangulan con Pance donde fue el secuestro de la iglesia de La María que nunca ha cesado.
El incremento de la violencia que cobra día tras día vidas humanas inocentes, la disputa territorial y el enfrentamiento entre carteles, disidencias y narcotráfico que amenaza a toda una región y el posible inicio de una declaración de guerra hacia los militares y policías en retiro como mecanismo de venganza, generar pánico, terrorismo, retaliación o un “plan pistola” situación que debería alertar a la reserva activa en su totalidad.
El tema para los militares activos y los retirados no sería nada nuevo, si tenemos en cuenta, que existe un historial gigantesco sobre las carreteras colombinas con las “pescas milagrosas”, retenes ilegales, precio a las cabezas de los policías y un sinnúmero de acciones históricas, que no se pueden olvidar hacían que se tomaran tomas las medidas necesarias de seguridad con el porte de prendas militares y documentos.
Es por ello, que considero el caso del Mayor que Dios lo tenga en su santa gloria, debe ser un referente para tener en cuenta y actuar de manera disciplinada, organizada y muy responsable sobre las posibles acciones que se podrían nuevamente suscitar, y que se están presentando frente a este falso post acuerdo, que para nada traen vientos de paz pero si nubarrones oscuros de nuevas guerras violentas que no se quieren enfrentar con la seriedad que amerita por parte de la sociedad colombiana.
Con todo respeto, hago un llamado a la Reserva Activa a cuidarse en todas las dimensiones y extremar las medidas de seguridad, toda vez que las intenciones de nuestros enemigos podrían estar más latentes que olvidadas no solo en afectar nuestros derechos, sino también nuestras vidas.
“El camino puede ser difícil, pero con su ayuda lo podemos lograr” (Soy Ciudadano)
Debemos organizarnos es ahora defendamos a Colombia
ResponderEliminarDebemos organizarnos es ahora defendamos a Colombia
ResponderEliminarDe acuerdo, debemos organizarnos, gracias por su mensaje
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