martes, 4 de mayo de 2021

Empecemos con el ámbito internacional, por ser aliado de Estados Unidos, la posición geoestratégica privilegiada con salida a los dos océanos, una economía “narcoterrosista y corrupta”, todos los pisos térmicos, incontables riquezas entre ellas el agua; somos apetecibles para los carteles de la droga del mundo. 

Estar al lado de Venezuela hoy, no es un privilegio; por los intereses del gobierno con ideología Chavista y el poder petrolero, sus deudas con Rusia, China, Cuba e Irán nos colocan en la mirada de los intereses de muchos, entre otros la ONU y OEA. 

Desestimamos la injerencia de Cuba, Nicaragua y Venezuela, creyendo que no existen planes visionaros para conquistar y sacar a Colombia de su “estabilidad” democrática con fines inimaginados para el cono sur; parece que los hechos son tan evidentes que no se alcanzan a percibir. 

No pasemos por alto que en Ecuador, Brasil, Argentina, Chile, Bolivia, Nicaragua e incluso en Estados Unidos, las manifestaciones se han convertido en una forma de expresión y presión a los gobiernos, aprovechadas no tanto para defender los intereses de los pueblos sino los intereses de organizaciones internacionales que en su mayoría o son empresarios o son ex políticos a quienes les interesa desestabilizar estados para construir ideologías. 

Como si fuera poco, el controversial COVID19 de China, incide directamente la economía y la salud, dos pilares que afectan a ricos pero contundentemente a los pobres, mientras el efecto rebaño no se logre según los expertos, que tardaremos en llegar, seguiremos a expensas de dos actitudes, la coherencia de la población y la administración de un mal que debemos sortear en todas las latitudes. 

Al interior, debemos aceptar los males que nos aquejan, las amenazas desestabilizantes son más que evidentes, disidencias FARC, guerrillas ELN, narcotráfico, minería ilegal, delincuencia, migración, desempleo, pobreza, una política corrupta por donde se mire, los poderes legislativo, judicial y ejecutivo desprestigiados y  una democracia “participativa” mal entendida, derecho que sólo se administra para el voto de cada cuatro años y listo.   

La no lectura de la letra menuda del problema,  nos lleva precisamente a sufrir los escenarios que hoy vivimos, los cuales nos colocan en la cuerda floja de la seguridad y estabilidad como Estado, los hechos son el producto de muchos años de no solucionar nuestros problemas y no tomar en serio el tema del país y su futuro; allí Salud Hernández tenía razón, “cada quien lucha sus guerras” y los colombianos debemos enfrentar nuestras debilidades y limitaciones con altura y madurez; parece que todavía somos un Estado adolescente. 

Las marchas y la destrucción en Cali, Bogotá y Medellín son estratégicas, al paralizar el Valle del Cauca se paraliza la economía, si tenemos en cuenta que el único puerto del pacifico esta en Buenaventura y esó los actores desestabilizantes lo saben; al lado están los caucanos y más abajo los nariñenses, ¿cuál de los dos menos involucrados en los problemas de violencia y narcotráfico del país?, los indígenas caucanos que poco tienen de indígenas y más de narcos por la flota de camionetas que los movilizan, entienden dónde deben presionar al gobierno de turno y tienen actualmente la frustración de la marcha fallida del 2020. 

Antioquia por su parte, tiene a su espalda un alto porcentaje de sostenibilidad de la economía por ser un departamento industrial y de avanzada, sufre las consecuencias de tener todo lo mejor pero también todo lo peor; no por nada llegó a tener el cartel más buscado del mundo, la cultura paisa se debate entre factores sociales bien difíciles, como el político, por ser queramos o no, derechistas y liberalistas. 

Lógicamente Cundinamarca no se queda atrás, objetivo militar y político por naturaleza porque somos un estado centralizado y eso, lo ubica en la mirada de los intereses políticos de todos; pero no desechemos que la izquierda radical ha vendido un discurso poderoso de liberación e igualdad engañosa para mover sus masas. 

Como si fuera poco, el Proceso de Paz con su JEP y CEV, nos vuelve a colocar en las miradas de las organizaciones internacionales por su implementación; y a nivel nacional por los que presionan para darle a la guerrilla de las FARC todo lo solicitado. Para los que no leyeron las páginas del acuerdo, aún no conocen la magnitud de lo que firmo Santos dejando comprometido al Estado y como Estado somos todos, el gobierno debe asumir la responsabilidad heredada. 

Imposible, no colocar en el diagnostico al gobierno de turno que con su propuesta tributaria generó una reacción en cadena y le dió la excusa a sus oponentes: Santos lo colocó Uribe, Duque lo colocó Uribe y ambos le han jugado sucio a su progenitor, el uno se burló del pueblo y el otro no pudo implementar su economía naranja, lógicamente no le tocó fácil con la pandemia, sin embargo también se podría decir que fue más fácil gobernar con la gente asustada en casa. 

Lo cierto es, que queramos o no, que nuevamente la barbarie de las calles se observa como único mecanismo para aplicar la democracia participativa, parece que es la única forma en que los gobierno escuchen de verdad al pueblo y lo tengan en cuenta; situación que no aplaudo desde ningún punto de vista y más porque con la violencia el pueblo siempre lleva la peor parte, comerciantes, campesinos, trabajadores y sociedad en general sufren las consecuencias de un problema que no hemos querido atender de manera oportuna y le colocamos pañitos de agua tibia a ver si se calma mientras llega otro gobernante y dispone como siempre a la Fuerza Pública para que enfrente lo que políticamente no saben manejar. 

Para terminar, no olvidemos que estamos a un año de las elecciones de presidente y de congresistas, tanto la izquierda, centro y derecha representados en 17 partidos políticos están todos armando sus jugadas para lograr obtener la joya de la corona, para regir los destinos políticos, militares, económicos y sociales además de las relaciones internacionales del Estado donde nosotros vivimos; si entendemos la responsabilidad y la seriedad del problema que tenemos en las manos, entenderemos el pasado y el presente, orientaran de mejor forma el futuro… ¿entendiste el problema? 
 

 “El camino puede ser difícil, pero con su ayuda lo podemos lograr” (Soy Ciudadano) 


3 comentarios:

  1. Análisis serio que nos amplía la visión de nuestro difícil entorno actual y que nos invita a asumir una posición seria que coadyube al restablecimiento del orden constitucional de nuestra amada patria

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  2. Excelente y totalmente de acuerdo mi Coronel.

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En agradecimiento

Virgen de la Milgrosa -
Cerro El Cundí
(Santa Marta - Colombia)

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