¿Cómo definirías estas dos palabras? ¿Más allá de expresarlo bajo el compromiso de entregar saludos, regalos o detalles? ¿se podría traspasar el ambiente comercial que encierra este día, convertido en un mes, pero que la filosofía y concepción de ambas palabras debería ser permanente?
Partamos de la base, que muchas veces nos equivocamos sobre los conceptos de amor y amistad, el primero “Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser” y el segundo “Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”, según la Real Academia de la Lengua Española.
El amor, podría definirse como el acto bondadoso que una madre hace para que su hijo proyecte su vida, esté mejor que ella, logré mejores metas y trascienda en la vida, casi que llegando a dar su vida por la de él, uno de estos referentes es la historia del Rey Salomón y el niño, el cual le concede el derecho a la madre que viendo la decisión tomada de dividirlo en dos vivo, renuncia a él mismo.
También podría sentirse, en la capacidad de comprender al otro, no verlo como un objeto, permitirle ser, con sus defectos y cualidades, apoyarlo, oírlo, asesorarlo, impulsar sus sueños, respetar sus decisiones y aceptarlo como ser humano, estos lineamientos deben nacer precisamente desde las entrañas de los padres, afianzadas por los maestros y mejoradas por cada integrante de la sociedad en la que se vive donde se pueda amar con la conciencia que somos aves de paso o forasteros por la vida.
El amor podría evidenciarse de varias maneras, socialmente, respetando a los demás, no matando, robando, irrespetando, no burlándose del prójimo, regresando a los buenos y excelentes formatos de la urbanidad, políticamente, trabajando para servir, no sirviéndose de los demás, ideológicamente, impregnando a las generaciones de acciones para vivir en convivencia, no generando odios y adversidades, humanamente, comprendiendo la misión de vida y dejando un mundo mejor del que encontramos.
La amistad por su parte, se construye todos los días, va más allá de una simple palabra o actos menores que la involucran, la amistad parte de un ambiente desconocido entre las personas que va afianzándose a paso lento con grandes o pequeñas acciones que impulsan el acercamiento entre los amigos o desvanecen y distancian sus intenciones.
La amistad se forma en el barrio, en el colegio, la universidad, en el trabajo o simplemente en el devenir de nuestros proyectos de vida, lo importante de ella, es saber que encuentras en la contraparte a la persona que no te juzga y te aconseja, que te escucha y se involucra, que sincera sus acciones para tu beneficio, un amigo no te deseará el mal y tampoco buscará que el espacio compartido se convierta en su propio verdugo.
Construir amistad es muy difícil y mas con los cambios sociales donde se parte de una identidad y comportamiento individualista y poco cooperativista, la religión, la política, las costumbres, la educación y los mismos principios y valores humanísticos, hacen de una u otra forma que este concepto se consolide o se debilite, he aquí uno de los dichos de los sabios viejos “dime con quién andas y te diré quien eres”.
Podemos interpretar estas palabras de muchas maneras, pero nunca podremos debatir que para construir “amor y amistad” debemos partir del principio de la igualdad como seres humanos aún si somos hombres o mujeres, niños a adultos, católicos o cristianos, blancos o negros, latinos o europeos, todos tenemos la oportunidad para amar y tener amigos, si entendemos la mínima diferencia que existe entre ambas situaciones, pero juntas, deben ser útiles para servir.
“El camino puede ser difícil,
pero con su ayuda lo podemos lograr” soy ciudadano.
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