No cabe otro calificativo para analizar e interpretar
los actos públicos displicentes realizados por Gustavo Petro Urrego, en contra
de la Fuerza Pública desde sus inicios como ciudadano deliberante (joven), con sus
posturas como guerrillero, político, congresista y ahora como presidente de la
República de Colombia.
Para entender el significado del odio como sentimiento,
se debe recordar los elementos que lo componen como animadversión, rencor, antipatía,
desprecio, fobia, rabia y tirria entre otras que se demuestran de manera
directa por parte del que odia y siente animadversión por algo o alguien, como es el caso del presidente y la fuerza pública.
Desde la campaña del candidato Gustavo Petro se vislumbro
lo que hoy se viviría, fue insistente en dos ideas, sacar a la policía del ministerio
de defensa y profesionalizar a los militares, ambas intenciones fueron maliciosas
e irrespetuosas además de su apoyo a la primera línea y los guerrilleros.
En el acto de posesión llevó la espada de Bolívar,
misma que el movimiento M-19 se había robado y la colocó como símbolo desafiante
para todo el país y los militares.
No llegó al acto público de reconocimiento militar y
policial en la Escuela Militar de Cadetes dejando plantado a la cúpula militar,
las tropas representativas y los autorizados por el protocolo nacional entre
otros, los medios de comunicación y el cuerpo diplomático.
Retiró del cargo a más de 60 generales de todas las
fuerzas, supuestamente por estar involucrados en falsos positivos y corrupción sin
un fallo condenatorio, demostrando su repudio antipatía hacia los oficiales de
insignia.
Sin importar la cadena del mando y la antigüedad de los generales activos, nombró
como Director Nacional de la Policía al general William René Salamanca quién había
sido retirado por problemas al interior de la institución.
Llamó del retiro al actual comandante del ejército General
Luis Emilio Cardozo Santamaría que el mismo lo había dado de baja a su llegada a la presidencia entre los 60 retirados de de grado general.
En la ceremonia de trasmisión del mando del Comandante General de las Fuerzas
Militares, cometió dos errores imperdonables de protocolo y respeto, no se colocó
de pie al recibir el parte del Jefe de Estado Mayor Conjunto y no leyó la disposición
de la toma del mando como le corresponde, delegando al ministro de defensa en la tarea.
Como Comandante Supremo de la Fuerza Pública, no rechazó
la propuesta de llevar a los guerrilleros al Hospital Militar para que fuesen
atendidos, apoyando con su silencio la propuesta y burlándose de los militares que pagan de sus ingresos el derecho a
ser atendidos, generando zozobra con la posibilidad de que un guerrillero sea ubicado en la cama de al lado precisamente por quien le hizo sufrir las consecuencias de un acto terrorista.
Petro irrespeto por intermedio uno de sus ministros, la constitución
política y la dignidad militar al retirarle las medallas al General Arias Cabrales, mismo que estuvo relacionado
con la recuperación del Palacio de Justicia cuando se lo tomó abruptamente el M-19 movimiento al que él pertenecía.
Declarar el sombrero del guerrillero de las FARC y M-19 Carlos Pizarro como
patrimonio cultural del país, es una ofensa a los colombianos y por ende a los
militares y policías que sufrieron en carne propia los efectos del terrorismo
de sus grupos guerrilleros.
Expresar de manera pública e irrespetuosa, frente a las
esposas e hijos que los policías, “la policía sabe dónde está la olla, pero la
olla compra al policía”, en otras palabras el honrado exguerrillero tildó de delincuentes
a los policías.
Rompió relaciones bilaterales con la República de Israel, uno de los principales aliados de Colombia en temas de seguridad, entrenamiento, inteligencia y logistica militar.
Para completar la desfachatez, el pasado 20 de
julio llegó tarde y con la vestimenta equivocada al tradicional desfile del 20 de julio, fiesta patria que realizan orgullosamente año tras año los militares y policías para conmemorar el grito de
independencia, y se fue antes de tiempo cuando pasaba la policía nacional, ¿Qué habría
más importante ese día que no fuera esta celebración patria?
Que sentimiento tendrá realmente Petro hacia los
militares la verdad no lo sé, pero los actos que acabo de relacionar además de otros,
demuestran con toda claridad que la fuerza pública no es santo de su devoción, teoría
que se afianza cuando de manera consciente nombra a ex-integrantes del M19 o
personas poco afectas a las instituciones castrenses, como por ejemplo: Ministerio de Defensa
Iván Velásquez, ministro de justicia, ministro de trabajo, canciller y el director
nacional de Inteligencia entre muchos otros.
Hoy se podría decir que Gustavo Petro por
sus patologías no sanadas desde niño, demuestra odio hacia los hombres y
mujeres que lidera con mal ejemplo sino también su gabinete, mensaje peligroso porque le estiran la mano a los guerrilleros y patean a los militares
y policías en actividad.
“El camino puede
ser difícil, pero con su ayuda lo podemos lograr” “Soy Ciudadano”
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