Los colombianos estarán divididos en sus posturas para calificar a Gustavo Petro bajo la pregunta: ¿inteligente o ignorante? Sus seguidores, los once millones que votaron por él, posiblemente dirán que es brillante, pero los cuarenta millones restantes creo que considerarán que es un bruto o ignorante.
Podrían
decir que es inteligente, toda vez que su postura como gobernante en las redes
sociales hacia los Estados Unidos desaprobando el ingreso de los aviones y los connacionales,
desvió la atención y el ruido constante en los últimos días que le generaba la incontrolable
situación del Catatumbo, los fallidos diálogos con el ELN, el desplazamiento
masivo en Norte de Santander como resultado de los enfrentamientos entre el ELN
y las FARC, además de la reunión entre los ministros de defensa de Colombia y
Venezuela, el aumento de la gasolina y el tema de la conmoción interior.
Aprovechó
para nombrar a uno de sus guardianes pretorianos, que es Laura Sarabia, como Canciller
de Colombia, posicionándola aún más en el gobierno y dándole vía libre frente a
la comunidad internacional, permitiéndole hacer “lobby” y multiplicar sus ideas
e intenciones, sin importarle los cuestionamientos, críticas e investigaciones
vigentes que ella tiene.
De
paso Petro logró dos cosas: fortalecerse entre sus seguidores utilizando a Colombia,
USA y los repatriados como puente de lanzamiento para ser noticia en todo el
mundo, uniéndose al discurso antiimperialista y ganar adeptos que se
identifican con las ideas socialistas, progresistas, revolucionarias y comunistas.
Pero
también revivir la posibilidad de una reelección frente a sus once millones de
seguidores en votos, que ya están trabajando para que continúe en el poder o colocar
a uno de sus peones en el 2026.
Por
su parte, otros lo considerarán un bruto o ignorante, al poder en riesgo otra
vez la estabilidad del país, no solo en el tema de la supuesta “paz total” que
no llegará por el tema de la inseguridad, sino también por lo económico y
social; eso por tratar de mostrarle los dientes a la primera potencia del mundo
en un momento totalmente innecesario.
Él,
como presidente y su gobierno, ya habían aceptado con el gobierno saliente de
los Estados Unidos más de dieciséis mil repatriados en los mismos aviones y con
las mismas características diplomáticas manifiestas, lo que significa que el tema
no era del Estado colombiano, sino una postura personal del presidente Gustavo
Petro.
Quien, al llegar al poder, desestabilizó la economía y el dólar dio un golpe tremendo
al país; la inversión extranjera descendió y los indicadores mostraron inestabilidad.
Ahora, con esta acción, nuevamente, por una ignorancia bien administrada, se
pone en vilo una temática que afecta a los colombianos y que se creía superada.
Es
estúpido no medir las consecuencias de sus actos y más de su parte, el que es guerrillero,
senador, político ahora presidente y “economista”. Sus actos afectan más al
pueblo que a él mismo o al gobierno; afectan la imagen de Colombia, a todos los
que lo eligieron pensando que administraría bien el país, afecta a los
empresarios y a los mismos colombianos que están radicados en los Estados
Unidos. Para todo aquel que no entienda, Petro ya ganó todo y va por más. La
pregunta sería: ¿Quién pierde con sus posturas incontrolables de medianoche?
A
este conjunto de problemas se le debe agregar otra cosa, la seguridad; el principal
aliado de Colombia en esta materia no es Venezuela, son los Estados Unidos, y
cualquier restricción o desequilibrio afecta a todo el país, tema que ya surte
efectos por falta de una política clara del gobierno, el rompimiento de
relaciones con Israel y todo el fortalecimiento que no tiene la Fuerza Pública,
tanto en materia de capacitación, intercambio de experiencia y recibo de
recursos que mucha falta hace.
Para aquellos que deseen una explicación resumida, el ignorante de Petro actúa más por sus intenciones revolucionarias que por el pueblo de Colombia, arriesgando el todo por el todo de manera inteligente para mantenerse en el poder y seguir con las ideas donde inició su vida pública en el M19, pretendiendo posicionar e implantar el socialismo revolucionario y terrorista. Si esto no es terrorismo, entonces ¿qué es? Terrorismo: es todo aquello que cause intimidación o coerción de poblaciones.
“El camino puede ser difícil, pero con tu ayuda lo podemos
lograr”. “Soy ciudadano”.
Es tenaz, que este señor no pienze, el daño que le está haciendo a Colombia, mantiene más en X que en los problemas que tenemos, catatumbo está ardiendo y el viajando o poniendo una cortina de humo, le quito poder a la fuerza pública para dársela a los venezolanos, por otro lado ustedes creen que los ricos les dolerá lo que el hace, ellos salen y se van pero aquí quedamos el proletariado, como el dijo un día hay q volver más podré a la gente para tenerla comiendo de la mano, total así va este país, no ven el reflejo de Venezuela, son como las hienas comiendo carroña y se ríen, y el pueblo ingnorante que no ven hacia donde vamos, como borregos al matadero, y dicen que todo está bien,
ResponderEliminarGracias por su comentario, muy amable.
EliminarCada vez queda más claro q este nefasto gobierno quiere mantener el caos, el socialismo vive y se mantiene de el, la salud, la seguridad, la economía, la inversión,etc, te corta las piernas y te da las muletas
ResponderEliminarGracias por su opinión y comentario.
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