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¡Viva Senador, viva! |
Estimado ciudadano, compañero de
tarima en tres oportunidades, senador de la República de Colombia, hijo de una
madre asesinada, padre de familia y esposo, amigo de unos y compañero de
muchos, además de referente político.
Permítame irrespetar su lucha por la
vida allá en la unidad de cuidados intensivos del hospital para dirigirle estas
líneas con respeto, camaradería y caballerosidad; en mi corta vida como
ciudadano igual que usted y militar, he visto sufrir a este país por culpa de
la violencia que a usted hoy lo aqueja, he visto morir a muchas personas de
manera injusta y nadie nos puede negar que hemos vivido al interior de una
guerra mordaz, inhumana y maldita entre nosotros mismos, esa que hoy lo tiene
debatiéndose entre la vida y la muerte. Permítame ser irrespetuoso al
expresarle que usted debe vivir, sí, vivir para que en medio de su juventud,
sus ideas y su disciplina política sigan siendo la propuesta sociopolítica que
el país necesita. El pueblo está cansado de los petristas que se reflejan como
espejo en la primera línea: las guerrillas, en el M19, las FARC y ELN, los
indígenas incoherentes, las falsas promesas que el pésimo presidente de
izquierda hoy representa o el pacto de bandidos. Estamos cansados del santísmo
que se burló del país con una falsa paz y de todos los políticos en todas sus
categorías que nos mienten.
Hoy acudo a su valentía en los
estrados políticos y en los medios de comunicación, a sus ideas futuristas y a
su arrojo ciudadano, para que no se muera, porque si se muere, el país cargará
un muerto injusto más por la violencia política, pero si vive, muchos de
nosotros seguiremos viendo la posibilidad de entrar en cambios que por lo menos
nos quiten la pésima expresión de “la percepción de seguridad” del país. Bajo
esa premisa, tanto el presidente como todo el que tiene que trabajar seriamente
por la seguridad y defensa de la nación se escudan para decir que vamos bien
cuando de verdad vamos pésimamente mal.
Busque en su interior, oiga el clamor
de todos los que rezamos por usted, saque fuerzas y dígale a Dios que aún tiene
una tarea aquí llamada Colombia y aleje de la muerte porque aquí estamos
rodeados de esa maldición. Senador Uribe, lo quisieron matar precisamente por
ser bueno políticamente y no tener rabo de paja, lo quisieron desterrar porque
no está aliado al narcotráfico o a las guerrillas, lo quisieron desaparecer
porque es un excelente competidor político y figura pública para gobernar a
Colombia, y eso no le sirve a todos los que quieren ver en este país guerra y
división, muerte y pánico, secuestro y boleteo, violencia y no paz. Como dijo
Petro en su alocución nocturna por su intento de homicidio: “No podemos
descartar ninguna hipótesis”; hasta él podría ser una de ellas.
Acudo al hombre creado por Dios y también a Dios para que entre los dos dialoguen, lleguen a un acuerdo, sean sanadas sus heridas emocionales y físicas y vuelva aquí a su país con más fuerza y más ganas de gobernar con buen pulso y vocación de servir; respetado Senador, la democracia está en riesgo y usted hace parte del conjunto de soluciones para salvarla, como diría mi viejo Guillermo “adelante cachorro, paso de vencedores” luche senador luche, aquí lo estamos esperando de regreso y país que lo eligió también, pido a mi protectora permanente la hermosa Virgen de la Milagrosa que interceda por usted y nos haga el milagro de regresarlo a la vida, estoy seguro de que ya están trabajando por usted, ¡viva miguel!, ¡viva senador!, ¡viva ciudadano viva!.
“El
camino puede ser difícil, pero con tu ayuda lo podemos lograr”. “Soy
ciudadano”.
Seguiremos orando por su pronta recuperación, los buenos somos más, seguimos unidos de la mano del todo poderoso
ResponderEliminarGracias por tu comentario, muy amable.
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