“Mamá, viste que yo sí puedo”; con esa expresión la niña de 9 años Alexandra Martínez Arango convenció a su madre sobre su vocación por el patinaje luego de su participación con el club JD Caracolito en el Festival de patinaje sol, mar y playa en la ciudad de Santa Marta el pasado mes de noviembre, donde con mucho orgullo recibió dos medallas por el segundo lugar en su categoría.
Ese club JD de un pueblo casi perdido de Colombia
logró 15 medallas de oro, 7 de plata y 4 de bronce, de las cuales dos son de esta
nueva revelación del patinaje, y digo revelación porque ni ella ni su madre
llegaron a pensar que una dinámica para sacarla del celular funcionara tanto de
manera motivacional y pasional que la joven, desde que le compraron los patines
con mucho esfuerzo como regalo del Niño Dios, aprendiera de forma empírica a
patinar en la terraza de su casa.
Felicitaciones, Alexandra, sigue adelante, que
Dios guiará tus pasos. “Adelante, cachorro, paso de vencedores”, diría tu
bisabuelo Guillermo Martínez.
“El camino puede ser difícil, pero
con su ayuda lo podemos lograr” Soy Ciudadano.





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