domingo, 22 de septiembre de 2019


Creo que definir el amor y la amistad en estos tiempos es un poco difícil, primero porque hemos evolucionado de una manera desorganizada, manipulada e irreverente frente a la ley de Dios y frente a la naturaleza misma del planeta.

Sé que la amistad debe permitir expresarse con tranquilidad, con el corazón abierto y con la confianza plena de no ser traicionado o manipulado, porque quien lo hace sin ofender y sin una mala intención basado en la sabiduría y nobleza de las ideas no debe herir al amigo; era así como se concebía antiguamente la amistad, con esa capacidad que tenían las personas para comunicarse y para decir las cosas con la sencillez de la palabra misma, entre familia, entre compañeros de trabajo, entre amigos del barrio, todo era sencillo porque a la amistad se le anteponía la palabra respeto.

Ese respeto te permitía medir tus palabras, pensar para hablar, recapacitar antes de actuar y de no lesionar a las demás personas, esa forma de ser te daba la oportunidad de hacer amigos, de identificarte como ser humano desde lo simple y lo sencillo, pues todo estaba basado en principios y valores morales que te llenaban de amigos de verdad.

Y del amor, ¿qué es el amor? ¿Las mariposas que sientes en el vientre? ¿Una palabra desgastada? ¿Un regalo? ¿Una caricia? El amor no es un cuento de hadas, el amor es ese cordón umbilical generado por pequeñas células que componen tu cuerpo completo y que te conectan con el ser superior, con la naturaleza y con los demás.

Es el amor el que hace que una mujer puje con dolor y al minuto llore de felicidad cuando nace un niño, es el amor el que hace que pierdas la conciencia en el acto sexual por unos segundos donde finaliza con la entrada del esperma al ovulo, es el amor el que te hace vibrar con los sentidos, el mismo que te hace degustar una buena comida, el que te hace sonreír de alegría, es el amor el que te hace brotar lagrimas naturales cuando tu hija te abre los ojos frente a ti por primera vez en su vida.

Amor y amistad, dos palabras que creo están gastadas por la historia, que se volvieron lo más importante para que se mueva la economía, para que los moteles se llenen de infidelidad, para fingir la alegría y para demostrar que ya casi nos volvemos maquinas insensibles ante la realidad humana.

Si tuviéramos amor, no existirá el suicidio, los asesinatos, el secuestro, el robo, las drogas, el silencio, la mentira, la corrupción, el egoísmo, la infidelidad, los intereses mezquinos, los egos y la indiferencia que han dañado hoy por hoy todo nuestro entorno, para que con ello se pierda el respeto, el amor y por ende la amistad.

Es un clamor que se hace con estas dos palabras para retomar el pasado y actuar con el respeto necesario para incrementar la amistad de cada ser humano y lograr redes gigantescas de sinceridad que construyan cada día vínculos de amor entre las personas, entre nosotros y la naturaleza, entre las dos y el planeta, para que a tiempo podamos reaccionar con amor hacia el único planeta que tenemos y la única vida que nos queda.

Feliz día de amor y amistad.

“El camino puede ser difícil, pero con tu ayuda lo podemos lograr” (Soy Ciudadano)

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