
Estamos en una Guerra Mundial, donde no se lanzan misiles, ni bombas, no escucho el sonar de las balas y mucho menos las sirenas; aun así, hay muchos muertos. Sólo, en el silencio de mi país, ese que me vio nacer, que quiero por su diversidad y naturaleza; el mismo que tiene dos grandes océanos, largos ríos, valles y llanuras, selvas, cordilleras y una población que ha logrado generar desde mi infancia un sentido profundo de amor patrio.
Ese silencio nos debe conducir a la reflexión sobre el presente y a proyectar el futuro; un presente agobiado, corriendo de lado a lado, destruyendo sin razón, botando basura indiscriminadamente, maltratando animales o abandonándolos, destruyendo la naturaleza, matándonos sin justificación en las calles, creciendo sin control y perdiendo cada día la fe; esa misma que nos recuerda lo minúsculos que somos frente a las maravillas del señor, frente a la grandeza de la naturaleza y frente a la inimaginable fortaleza de un universo desconocido.
Aquí en el silencio, es donde debemos ver al interior de nuestro ser, en nuestra casa, con los hijos, en familia, en las redes con los amigos; para que olvidemos el egoísmo y seamos más equitativos, más humanos. Éste tiempo de silencio nos debe conducir al pasado y recordar lo felices que fuimos en algún momento de la historia lejos de tantas banalidades.
El virus invisible, hizo posible lo imposible, detenernos en el tiempo y llevarnos a la reflexión, comprender que en algunas cosas acertamos, pero en muchas nos equivocamos, entender que si no cámbianos tan solo un poco recordando que somos seres humanos, es posible que no podamos ayudar de manera individual a construir un mejor país para un mundo extraordinario, ese que nos concedieron y debemos cuidar para nuestro propio beneficio.
Amor para el planeta, agradecimiento a la naturaleza, respeto por la humanidad y proyección decente hacia el futuro cercano, si aún no comprendemos el mensaje de este tiempo, puede que al superar la cuarentena, estemos repitiendo la rutina y probablemente no reorientaremos el futuro.
Hombres y mujeres, niños y ancianos, líderes y pueblo, ricos y pobres, aún estamos a tiempo de cambiar la melodía, para que al final del camino, miremos si sirvió de algo, el silencio del país.
“El camino puede ser difícil, pero con tu ayuda lo podemos lograr” (Soy Ciudadano)
Exelente reflexión. Congratulaciones.
ResponderEliminarGracias por leer Mauricio
EliminarGracias mi querido scouter, muy buena la reflexión, un abrazo, Dios te siga bendiciendo
ResponderEliminarCon todo gusto, la idea es lograr un poco de reflexión
EliminarNo hoy mal que dure sien años ni naturaleza que lo resista, justo necesario y equitativo que por la gracia de Dios el planeta en toda su extencion recibiera un alto en el camino para que la raza humana tome consciencia que la vida sin, el aire, las aguas y el reverdecer de su naturaleza no es posible vivir, claro ejemplo para en adelante les demos la protección y respeto que nunca le hemos Dado
ResponderEliminarConsidero que la naturaleza es mas sabia que nosotros, Dios permita que reaccionemos a tiempo.
EliminarEsto nos obliga a aceptar el poder omnipotente de Dios el cual la humanidad desconoce. Todo esto es necesario para que entendamos que sin Dios no somos nada. Excelente reflexión Coronel!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo para los que creemos en Dios
EliminarExcelente reflexión , que ojalá nos haga meditar y cambiar el rumbo y accionar de nuestras vidas.
ResponderEliminarDios permita, que así sea, esa es la intención
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