Para mi hermana Luana, en tiempos de COVID19.

Te quiero

Querida Hermana, sé que estas lejos de tu casa, viviendo un hecho histórico, en medio de la soledad en la cuarentena de Colombia en nuestra tierra Samaria, lejos de tus dos amores que están en Australia, donde ellos, al igual que nosotros, sabemos que se frustraron algunos proyectos en este viaje y por eso quisimos enviarte con todo el corazón unos pequeños mensajes para que no te sientas tan sola cumpliendo la cuarentena de esta pandemia así:

Te quiero

Joshua: “Yo amo mucho a mi mamá, es muy divertido estar con ella, pero cuando estoy triste o asustado ella me da un abrazo grande y me hace sentir mejor, soy muy afortunado por tenerla como mamá”.

                       

Te quiero

Adam: “Luana es una persona increíble, ella está llena de amor, compasión y un increíble deseo de apoyar a los menos afortunados. Ella inspira a muchos a seguir sus sueños, ella es la pareja perfecta para mí, porque ella hace de mí una mejor persona cada día, ella es tan fuerte y al mismo tiempo tan vulnerable. Yo siempre estaré agradecido con Dios por ponerla a mi lado, la amo demasiado y no habría algo que yo no haría por ella”.

Te quiero

Jesús David: “hermana, vivo agradecido por todos los detalles que tienes para conmigo, gracias”.

Te quiero

Melissa: “Querida hermana, hace muchos años te bauticé “Luana la máxima” porque a pesar del camino lleno de tropiezos has podido en tu lucha personal ser una guerrera ejemplo de fuerza abrumadora, valentía y originalidad,…eres una sobreviviente de ti misma y como ave Fénix renuevas tu vuelo en la grandeza de los sueños infinitos, mujer del futuro que vive en el pasado de un presente que está en tus manos, acepta la compañía y el amor de los que en tus éxitos confiamos”.

Te quiero

Paola: “fuiste mi compañera de cuarto desde niña, la que me asustaba y también la que me protegía, juntas descubrimos las alegrías de la hermandad, gracias por todos los bellos momentos compartidos, te quiero y te admiro, adelante”.

Te quiero

Mirian: “Luana, mi hija mayor, te quiero tanto, cuenta con mi apoyo como siempre ahora que te toco la cuarenta en tu país, lejos de tu marido y adorado hijo, agradezco mucho la oportunidad que me has brindado para conocer otro país y compartir al lado de tu familia, fue una experiencia inolvidable y te agradezco mucho tus bondades, con el amor de siempre tu madre”.

Te quiero

Haroldo: “Querida hija, en el camino de la vida pasamos por muchos momentos difíciles, pero precisamente la fortaleza infundada desde niños es la que nos permite salir adelante, no todos los tropiezos nos dan alegrías pero lo que si nos dejan, es muchas enseñanzas, desde que llegaste diste felicidad a mi vida y al hogar, me permitiste ser padre por segunda vez, recuerda que la voluntad es una de las máximas fortalezas que nos permiten superar las dificultades, te quiero”.

Carlos: Luana Cuando fuimos niños, la inocencia nos acompañó, ambos tuvimos dificultades, vivimos procesos que aún por ser difíciles nos permitieron ser fuertes, al igual que tú, me lance a la vida y bajo la bendición de Dios y la educación que me brindaron me permitieron avanzar en el tiempo, cruzar desiertos, vivir alegrías, tristezas y también decepciones, proyectar ilusiones para que al final la emoción plena del éxito brillara entre mis ojos.

Te quiero

Hoy admiro de ti, tu dedicación para aprender inglés, tu decisión para viajar a un nuevo país que te dio la oportunidad de una nueva nacionalidad, tus estudios te han permitido trabajar en Colombia y en Australia, construir un hogar basado en el amor, darte la oportunidad de procrear un hijo y luchar todos los días para salir adelante enfrentando todos los obstáculos, sé, que la soledad de este momento te ayudara a seguir queriendo tu tierra, la misma que te vio nacer y desde la salida del sol hasta su ocaso, recuerda que existen personas que te queremos y deseamos para ti lo mejor, animo en los proyectos y fortaleza en el avance, al final todo se puede lograr.

Animo donde estas, coloca el positivismo al máximo, cuídate en cada segundo y recuerda que un hogar te espera nuevamente fortalecida y linda tal cual como eres, además, que todos nosotros estamos dispuestos a fortalecer tus buenas intenciones, porque no estás sola, aquí estamos para tenderte la mano en todo lo que este en nuestro alcance, con amor, con cariño y con el máximo deseo de estar presente en tu vida, te respetamos y sabemos que eres fuerte, Dios y la Virgen de la Milagrosa te acompañarán por siempre, te queremos Luana Emaiza .

“El camino puede ser difícil, pero con tu ayuda lo podemos lograr” (Soy Ciudadano)