viernes, 2 de septiembre de 2022

Definitivamente, en el camino de la vida encontramos personas especiales que no pasarán desapercibidas y mucho menos, cuando ellas son sembradoras de semillas del señor, una mujer sencilla, decente, amable, educada, bonita, cordial, respetuosa y ejemplar como madre y esposa, fue la que conocí, formada en la iglesia católica y llamada a servir en la Comunidad Cristiana Shalom. 

Pocos conocieron la magnitud de su labor hasta el día de su muerte, los actos, mensajes y asistencia masiva a las actividades fúnebres, fueron solo una corta evidencia de sus acciones en la tierra, donde cada uno se preguntaba ¿Por qué señor? o ¿Para qué señor?  La respuesta y el mensaje serán individuales en las personas que recibieron por lo menos una mirada de su legado humanista. 

Excelencia y diligencia, dos características que connotó su hija mayor en la sala de velación. Luz donde llegaba y sembradora de semillas, así será recordada Liliana María González Sánchez nuestra líder del grupo de oración Balcones de Provenza, que recogió al rico y al pobre, al humilde y al altivo, al católico y al cristiano, al incrédulo y al creyente, al enfermo y al sano, siempre extendiendo de manera sencilla pero creativa, el mensaje implícito en la biblia buscando reflexiones en el corazón de cada uno de sus discípulos, el cual dará frutos, si entendieron el mensaje. 


Entre su filosofía de vida, estaba la búsqueda de “la paz inexplicable” un estado emocional interno que solo sería saboreado por aquellas personas que se enmarcaban en la vida y obra del señor, una oportunidad para conjugar el ser en todas sus dimensiones, no es solamente pensar, es decir, y hacer, podría definir de esta forma ese bonito mensaje inspirado. 

Casi podría asegurar, que Liliana ha traspasado las fronteras de la tierra para pasar al estado de la divinidad, saboreando esa paz interna que le otorgó un puesto al lado del Señor, logrado en su amplia y dedicada vida de servicio a la sociedad de manera constante pero silenciosa y discreta, no podría estar en otra parte, no pudo haberse ganado un mejor puesto en el Reino Celestial por haber sido una sembradora de semillas del Señor, un cargo asignado a muchos pero ejecutado por pocos. 

Buen viento y buena mar, ya eres una aposentadora en el campamento prodigioso de Dios, disfrútalo, te lo mereces.  



“El camino puede ser difícil, pero con su ayuda lo podemos lograr” soy ciudadano.                                                                                                                                           

4 comentarios:

En agradecimiento

Virgen de la Milgrosa -
Cerro El Cundí
(Santa Marta - Colombia)

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