Con el amor que me inspiran, además de la posibilidad que Dios me brinda para dirigirme a ustedes, en esta mañana lluviosa quiero expresarles mi sentimiento como ciudadano de estado, militar y padre.
Como ciudadano, lamento mucho el escenario sociopolítico y cultural que les toca vivir, mismo que a veces las ha inspirado a migrar como muchos colombianos a escenarios donde puedan proyectar su vida, triste situación, porque conocer y recorrer este país, me permite asegurarles que es maravilloso.
Sin embargo, no les puedo ocultar la violencia en que vivimos, esa que nos asedia en todo momento desde el amanecer hasta el anochecer, incluso si estamos durmiendo, la corrupción desenfrenada tocó todos los espacios de nuestra sociedad y la pérdida de valores y principios que nos enseñaron los abuelos, es evidente.
Esta sociedad pierde a pasos agigantados el respeto por la vida, la mujer, la niñez, la propiedad pública y privada, además de la familia, transforma la libertad por el libertinaje, reflejando cambios en su vestimenta, identidad de género, consumo de alucinógenos, fe, la atención a los temas importantes y hasta su amor propio, donde incluso se quitan la vida además de creerse dueños de la de los demás.
Como militar, pedirles perdón por haber hecho lo posible, debí hacer lo imposible para que estuvieran más tranquilas, lógicamente, bajo la premisa del respeto a la constitución y la ley, me siento tranquilo al saber que hice todo lo que estaba a mi alcance, sin embargo, el problema de las guerrillas, narcotráfico, bandas criminales y corrupción es una responsabilidad del Estado en cabeza de sus gobernantes con la firme decisión del pueblo que quiere cambiar, “una golondrina no hace verano”.
Puedo asegurarles, que el esfuerzo militar y policial de esos hombres y mujeres que murieron, sufrieron en sus cuerpos las huellas de la maldad criminal, los mismos que juraron defender la bandera y el escudo bajo la noble convicción del lema libertad y orden, sentimiento que me caracteriza desde niño, merecen siempre nuestro agradecimiento y respeto, también de la sociedad.
Bajo el gobierno de turno, el respeto a la fuerza pública, se pisotea constantemente, colocándolas a ustedes y a los colombianos en mayor riesgo, ver a colombianos disfrazados como una “guardia campesina e indigena” utilizando los colores del ELN y la imagen del Che Guevara en su lado izquierdo frente al Congreso, alerta, pero aterra la actitud del gobierno en cabeza de sus ministros de defensa e interior, cuando se le quiere llamar al asesinato y secuestro de policías "cerco humanitario".
La reducción de efectivos, el intento de liberar la primera línea, las relaciones con Cuba y Venezuela además de las propuestas de reforma, clarifican por qué se llaman pacto histórico, no descansarán hasta vernos gobernados en su mayoría por violentos.
Soy consciente, que ustedes también son víctimas de los acontecimientos históricos, no existen palabras virtuales en los celulares para describirle a la juventud lo que vivimos al interior de una violencia incontrolada en los últimos cincuenta años, donde a veces ni se salía de casa por miedo, la misma que dejó huérfanos, viudas y más de la mitad de la población lastimada entre colombianos.
Como padre, además de sentirme orgulloso por sus logros, propósitos y metas alcanzadas, utilizo la accion de quererlas, amarlas y bendecirlas, para que recuerden que sus padres hemos buscado darles todo lo que está en nuestra alcance, con limitaciones y sacrificios, tratando de forjar en ustedes a buenos ciudadanos.
Estoy seguro, que la educación es la mejor herramienta para ayudar al cambio social, sin ella estamos perdidos, formar ciudadanos de estado debería ser el primer paso para una transformación, pero tomará mucho tiempo, debemos viajar al pasado y retomar muchos comportamientos que nos posesionaban como un país noble, respetuoso, honesto, sencillo pero trabajador, referente mundial por muchas razones, entre otras nuestra belleza natural y la diversidad cultural que siempre ha llamado la atención, espero que algún día sean ustedes las que también puedan ayudar en estos propósitos de sociedad.
Hijas, el futuro se escribe diariamente, cada ciudadano es parte del cambio, necesitamos con urgencia que la juventud entienda la responsabilidad tan grande que tienen al ser nuestro relevo generacional, debemos salir de un comportamiento violento injustificado y retornar a las buenas relaciones con la naturaleza, los animales y los seres humanos, considero que ya derramamos suficiente sangre, pero debemos aportar lo más importante, el deseo de servir desinteresado, voluntad de cambio y la convicción de la bendición divina para lograrlo, con amor, su padre.
“El camino puede ser difícil, pero con su ayuda
lo podemos lograr” “Soy Ciudadano”
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