De hospital en hospital, Ibagué.

Recientemente se presentó un caso en la ciudad de Ibagué, donde se comprueba cómo la salud publica en Colombia no es que sea mala o no haya recursos, en la mayoría de las veces es un problema de corrupción o falta humanismo y atención a los pacientes por parte de médicos y enfermeras. 

En esta ocasión me referiré al segundo caso, donde una paciente afiliada al sistema de ENCOSALUD o magisterio, ingresó en días pasados al Hospital Federico Lleras sede la Francia la atienden por una infección la doctora de urgencia que emite un cuadro clínico de hospitalización por siete días, la remiten al Hospital Federico Lleras sede Limonar, pero la dan de alta bajo otro concepto médico al siguiente día. 

Para iniciar, en la Francia la tuvieron en una silla por falta de camilla en urgencia, la envían al limonar por disponibilidad hospitalaria e inició un paseo del Limonar a la Francia para el desarrollo de sus exámenes, travesía donde la ambulancia que llevaba a los pacientes se olvidó de ella por espacio de cuatro horas y debieron regresar a recogerla al notar su ausencia. 

Como la paciente no gritaba o se quejaba, la enviaron a casa desde la sede Limonar, regresando cuatro días después peor de su infección, la misma doctora que la recibió la primera vez se molestó y repitió su diagnóstico generando una alarma porque la infección estaba avanzada a causa de lo mal que se trató la primera vez y nuevamente se repite la historia entre hospital y hospital. 

Como si se hubieran puesto de acuerdo, siete médicos dieron el mismo diagnóstico y la paciente al final de cuatro días de hospitalización y de supuestos procedimientos adecuados por recomendación en la clínica tratada, fue a un prestigioso médico privado de la ciudad recomendado por una enfermera jefe del limonar, quien le expresó un diagnóstico contrario, un tratamiento diferente que la curo y una observación de que lo que el procedimiento estaba mal realizado. 

A la paciente no la mato la infección, pero casi la matan varias acciones, un medicamento que le pasaron intravenoso a chorro en la sede La Francia un enfermero que tenía que entregar su turno, los comentarios de las enfermeras en su hospitalización en Limonar “aquí nadie le dice nada a ese médico internista, es una M...” Expresó una enfermera, “pobrecita lo que hicieron con ella” expresó otra, al observar el mal procedimiento del médico, pareciera que el internista se desquitó por haberlo contradicho frente a sus estudiantes al tener la paciente la razón, “los criterios de la Francia es uno y limonar es otro” expresó un médico, como si la medicina fuera diferente, pero la máxima fue el comentario inapropiado de la enfermera jefe cuando llamó al médico externo “por lo que veo, es de escasos recursos” solo por su apariencia personal. 

Si bien, se debe agradecer al sistema de salud de los maestros y sus afiliados, derecho ganado y no regalado, también es cierto que los pacientes merecen conocer el resultado de sus exámenes médicos y tener copia de ellos, (la paciente recurrió a terceros para verlos y no los entregaron completos), conocer la verdad de sus enfermedades, un trato digno y respetuoso además de solidario y considerado, toda vez que nos solo pasan por momentos de angustia, sino también de dolor. 

Entre hospital y hospital en esta ciudad y seguramente en Colombia, muchas veces se demuestra que la salud salió hace rato del contexto del juramento hipocrático y pasó a ser más un negocio que un servicio social humanitario que busca el bienestar de los ciudadanos, aclaro, no en todos los casos pasa lo mismo, algunos salen excelente y otros, sencillamente se mueren.  

“El camino puede ser difícil, pero con su ayuda lo podemos lograr” “Soy Ciudadano”