martes, 3 de septiembre de 2024



¿Cuánto tiempo de tu vida utilizas para alimentarte del entorno natural que te rodea? Considero que en la juventud disfruté de manera tangencial el poder que tiene la naturaleza, quizás viví un poco ciego aunque la disfrutaba a mi manera, la puesta o salida del sol frente a la playa, el imponente océano azul, la sierra nevada de Santa Marta, los cerros llenos de cactus, pero lo más impactante era sentir en mi piel, la brisa fría que en pocas épocas sentía generando una mirada al vacío como recibiendo un mensaje oculto.

 

La vida cambió de rumbo, pase por el éxito y crucé por el desierto, impactado por la experiencia de la pandemia; se abrió el mágico mundo de los cuatro elementos en esta bella tierra colombiana, empezando por el elemento agua, disfrutada a diario luego de una larga caminata me sumerjo en las bellas cascadas que oxigenan todas las fibras de mi cuerpo, el alma, esa que limpia pensamientos y fortalece el cuerpo.

 


El elemento tierra, ese por donde camino, cada día me muestra sus bondades, frutas, un colorido natural, valles o cordilleras, cañones o planicies cultivadas de banana, café, plátano, yuca y diversos frutales contrastando con la maravillosa especie de flores y aves que al caminar en la mañana fresca, te recuerdan lo minúsculo que eres frente a la inmensidad del planeta.

 

Elemento aire, ¿sin el que seríamos? Creo que no podríamos existir, los pájaros no podrían planear al volar, no se podría disfrutar de elevación de las cometas, los Ocobos no cambiarían de color y hasta los animales y plantas que utilizamos para sobrevivir morirían sin él y ni tú no estarías leyendo este artículo.

 

Como dejar de mencionar el elemento fuego, ese que sale cada mañana en forma de sol y nos acompaña hasta cerrar el día y luego la luna con su energía vital nos permite el fuego de la noche, ¿cuál de los dos rayos de luz es menos importante para la evolución de nuestro existir?

elaborado por Carlos Martínez Caballero. 


Todos en conjunto, se confabulan para brindarte la oportunidad de disfrutar de ellos, de compartir y recargar la energía positiva en ti y darte la oportunidad de descargarte de la que llevas, acariciarte con ternura y dejarte impregnado de bellos instantes que solo los que vayan con el corazón abierto, la mente limpia y el cuerpo dispuesto bajo la magia del senderismo consciente
disfrutará de las nobles mieles que la selva de concreto jamás te brindará.

 

No olvides... tierra solo una, pero cada día tienes la oportunidad para dejar una huella en el camino, como un respetuoso senderista y un forastero de la vida.

  

 “El camino puede ser difícil, pero con su ayuda lo podemos lograr” “Soy Ciudadano”

 


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Virgen de la Milgrosa -
Cerro El Cundí
(Santa Marta - Colombia)

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