Por culpa de la actitud y aptitud de los colombianos, todo el mundo quiere hacer con ellos lo que le parece o le provoca, especialmente cuando se trata de temas para su propio beneficio o derechos, como, por ejemplo, el servicio de transporte público en general.
Iniciemos
recordando que ustedes, los ciudadanos de a pie, son los que pagan de sus
ingresos el transporte masivo o “público” para movilizarse de un lugar a otro,
llámese bus, taxi, Uber, moto taxi, etc. etc. Por consiguiente, deberían ser
ustedes los que reciban el mejor beneficio de su inversión.
Por
citar un caso, los buses de la ciudad de Ibagué no son públicos, son de
diferentes dueños, que algunos hasta son propietarios de más de 40 o 50 buses.
Imaginen por un segundo cuánto dinero reciben a diario o cuánto dinero pagamos
para utilizar el sistema, pero resulta que los buses son en su mayoría viejos,
sucios, pequeños, bajitos, estrechos y con unos conductores que en su mayoría
tienen de todo, menos una actitud de servir de manera cordial, amable y
sincera. Comprendo que no es nada fácil este tipo de empleo y menos cuando
tienes que hacerlo todo el día y todos los días.
En
los buses de Ibagué, no se puede montar un usuario en silla de ruedas, una
señora con un coche y su bebé, un ciclista y su bicicleta, un anciano muy
delicado, un enfermo o una persona que le falte una de sus extremidades. Los
conductores manejan como si transportaran vacas y, si van contra el tiempo,
peor; se debe pasar por el supervisor oportunamente. Las escaleras para bajarse
están diseñadas para gente con buena condición física porque, para la
tercera edad, les queda muchas veces difícil subir y aún más bajar. Ni qué
decir del humo que expulsan cada vez que aceleran. Se pregunta uno: ¿cómo
pasaron la revisión técnico-mecánica? En fin.
Si
por el lado de los buses llueve, por el lado de la administración municipal no
escampa; las calles y vías de Ibagué, en un alto porcentaje, están dañadas con
huecos, destruidas, con un mantenimiento regular tirando a malo, ¿y los órganos
de control dónde están? ¿Y el Consejo Municipal de la ciudad estará exigiendo
el tema?
Nos
preguntamos por qué el alto índice de suicidio, inseguridad, mala convivencia,
el estrés colectivo de las personas, las enfermedades, la irascibilidad y por
qué no son alegres. Considero que este es apenas un pequeño tema que, si se solucionara
y presentáramos a los ciudadanos un nuevo y renovado sistema de transporte
público, estaríamos dándole mejor calidad de vida a los ciudadanos y usuarios
del sistema que, en últimas, son los que pagan para ser bien atendidos.
Para
qué hablar de los taxis o Uber; en conjunto unos no recogen o llevan al
pasajero donde necesita el usuario y otros que son ilegales te imponen donde
debes ir sentado por miedo a las autoridades. ¿Será que los ibaguereños no
merecen algo mejor? ¿Serán ciudadanos de tercera? ¿O su esfuerzo y plata no
valen? Ustedes dirán si tengo o no la razón; de todos modos todo esto se mueve
con temas que muchos quieren ignorar, y se llama política y derechos.
“El
camino puede ser difícil, pero con tu ayuda lo podemos lograr”. “Soy ciudadano”.
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