Los hechos sucedieron lamentablemente después de un bonito festival folclórico de música del pacífico en Cali, Valle del Cauca en contra
de la población, los alumnos de la Escuela Militar de Aviación, que arrojó más
de 60 heridos y daños en la infraestructura pública y privada, pudo haber sido peor por que no explotó otro camión con cilindros; el miserable asesinato a los
policías erradicadores en Amalfi, Antioquia y el artefacto explosivo en
Florencia, Caquetá, muestran nuevamente un capítulo terrorista que asusta y
amedrenta a la población y a la democracia participativa ad portas de la
campaña política al congreso y presidencia del próximo 2026.
¿Quién
gana y quién pierde con estos hechos? Sería la pregunta obligatoria que debemos
hacernos los colombianos para responder a la pregunta: ¿Volvió la guerra? La
respuesta podría ser apresurada, pero como dijo el mismo presidente cuando el
atentado contra Miguel Uribe, “no se puede descartar ninguna hipótesis”.
Gana
el presidente porque logra facultades de conmoción interior y no solamente
pondría a su disposición dinero, sino también acciones y decisiones sin pasar
por el legislativo; ganan los grupos guerrilleros haciendo terrorismo y
enviándole un mensaje al país de su vigencia y capacidades; ganan
todos los que directa o indirectamente se alimentan de la guerra; gana el
narcotráfico y los politiqueros que utilizan estos actos vandálicos para
recoger adeptos bajo la temática de la seguridad.
Pero
perdemos todos los ciudadanos de a pie que no tenemos garantizada la seguridad
al interior de las ciudades y el campo; se afecta el comercio, la inversión
extranjera, el turismo, los empresarios y, por ende, la economía; se pierden
vidas humanas valiosas de la Fuerza Pública, asesinados y secuestrados de todas las
formas, sin lograr el respaldo y apoyo necesario de su comandante supremo, y
pierde preocupantemente todo el país, observado desde la distancia internacionalmente como un país
inseguro y posiblemente inviable.
A
pesar de todos los hechos inocultables y evidentes, hay gente que no cree que
estamos frente a una guerra prolongada donde se mezclan todas las formas de
lucha terrorista y revolucionaria; que estamos en una guerra política
partidista e ideológica brutalmente dividida donde la izquierda está en el
turno y nos conduce a repetir la historia de Venezuela; donde el pueblo o
nación y el país pareciera es lo último que importa, y donde la guerra de
posiciones e información se hace cada vez más sangrienta; pero no se les ocurra olvidar que fue en el gobierno de Juan Manuel Santos donde se retomó la guerra política con las FARC en el Congreso y la armada con las disidencias del mismo grupo bajo el sofisma de la paz y el irrespeto al pueblo en el plebiscito. ¿Tú ya estás
preparado para las elecciones del 2026?
“El
camino puede ser difícil, pero con su ayuda lo podemos lograr”. “Soy
ciudadano”.
Cuantas muertes de miembros de la Fuerza Publica se necesitan para que el Ministro de Defensa y los altos mandos de la Fuerzas Armadas reaccionen y se den cuenta que su lealtad no es con ese camaján degenerado del Petro, sino con la Constitución y las instituciones democraticas? Pero ya no quedan sino 11 meses de ese desastre y elegiremos un Presidente que se merezca esta nación. Fuera el incapaz, degenerado, mentiroso, corrupto y socio de delincuentes Petro y su recua de burros mamertos ladrones 😡
ResponderEliminarBuen día mi coronel, el haber negociado ayudas con los bandidos en el momento de llegar al poder este gobierno, ya lo hizo mal, no importa si es de izquierda o derecha, hay con la alianza con los bandidos y delincuentes ya tenía que hacer e a un lado que es lo que ha pasado, todo lo cubren con las famosas mesas de Paz, que no han servido para nada, o si han servido para darle un FUERO, o un permiso especial a los cabecillas y se puedan mover a lo largo y ancho del territorio colombiano, esto auspiciado por el pedazo de presidente, payaso y bobo, estúpido que es el único que se cree la PAZ TOTAL. Lamentablemente toca ir pensando bien en el remplazo y poder hacer unas elección con alguien que vuelva a meter en cintura a estos bandidos, es por eso que dicen que retrocedimos a los 80 o 90, eso es verdad se perdieron las garantías de seguridad en todo el pais, gracias buen día mi coronel.
ResponderEliminarINACEPTABLE ESPERAR AL 2026. ESTAMOS EN ALTO RIESGO. HAY QUE ACTUAR ! AHORA! . ! DESPIERTEN!
ResponderEliminarYa quedan 350 días para que cese la horrible noche. ""Ajua". "Fe en la causa y en Dios".
ResponderEliminarLa guerra “no se ha ido nunca”, es simbiótica, tuvo una gran transformación después del 2016, ahora es con poder político y poder armado; ante esa condición y del error de ese reciente pasado, hoy nos debatimos dentro del fango de la incertidumbre general. Agosto del 2026 tensa una condición atípica, o seguir en condiciones peores o luchar para superar el panorama devastador que nos acoge hoy. La decisión está en cada ciudadano y sus mayorías. “El que entendió, entendió”
ResponderEliminarDesafortunadamente tenemos un presidente q no escucha ni ve o entiende
ResponderEliminarPor eso cada día el pueblo colombiano sufrimos las consecuencias
El problema es que los altos mandos están arrodillados y dejando que destruyan y acaben con nuestras gloriosas fuerzas militares y de policía. El bandido es bandido al igual que los delincuentes, las prostis y los mari.....No dejarán de serlo hasta inclusive después de la muerte.
ResponderEliminarLas fuerzas militares debilidades el presidente de la república, realizo lo que sería el inicio de destruir una institución fuerte, orgullosa y nobles compromisos, al barrer con toda la experiencia de oficiales firmados por el fragor de esta guerra interna contra el terrorismo de las organizaciones a fines al foro de sau paulo - Brasil.
ResponderEliminarNo todos los que fueron obligados a dejar su profesión y carreras eran impoluto pero su gran mayoría son excelentes oficiales que dejaron sus vidas y familias por consagrarce a lo que más esfuerzo han puesto.
Este ataque terrorista muestra más la debilidad de este gobierno, la incapacidad de su ministro de defensa y la poca devoción al pueblo colombiano y la poca lealtad al pueblo que lo eligieron como su mandatario y el resto de colombianos que acatamos la decisión.
Señor, hay que dejar atrás todas las fallas y equivocaciones, unos por acción otros por omisión, unos porque no votaron otros porque votaron equivocadamente es el tiempo de momento de corregir el rumbo votando a consciencia por un candidato honesto, inteligente, trabajador. Hay que buscarlo pero que los hay los hay.
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