lunes, 6 de octubre de 2025

Cuando las semillas caen en tierra fértil, el resultado se ve con el tiempo. Nacer y crecer en el seno de una familia con 5 hermanos y luego independizarse y construir una no es nada fácil, mucho menos cuando miras hacia atrás y te das cuenta de que han pasado 50 años de tu vida al lado de la persona con la que decidiste pasar el resto de tus días y pareciera que fue ayer.

Así es la historia de Alicia del Socorro Martínez Ceballos y Pedro José Martínez Mejía, una pareja que se casó de manera sencilla al interior de la religión católica el 29 de septiembre de 1975 en la Iglesia del Seminario San José de Santa Marta, un lunes a las 06:00 am, acompañados por los padres de la novia, Guillermo y Alicia (Q.E.P.D.), sus hermanos Raúl y Guillermo, su madrina Lilia y su tío Julio. Los padrinos de la boda fueron Jenny Forero y Eduardo Bustamante y, posterior al acto ceremonial, se fueron de luna de miel a Caracolicito, Cesar.

Ella, primero normalista y luego licenciada en geografía, y él, un ingeniero agrónomo, juntos amantes del campo, la tierra, la naturaleza, las plantas y los animales, han luchado con las uñas por lograr sus proyectos de vida unidos, sacar adelante a sus tres hijos Luis, Edelmira e Ilsa y una nieta; hermosos detalles que Dios les envió. Dicen que el estado ideal de la vida es ver a sus nietos y ellos ya lo lograron.

Pero también lograron superar momentos de pobreza, traumas de familia, retos difíciles que la vida les colocó, entre otros, la muerte de sus padres, el accidente de su hija mayor, el accidente de Alicia cuando conducía el carro familiar, el ACV de Pedro y todas las idas y venidas que se pueden vivir durante 50 años de matrimonio donde la bendición divina es su máxima compañía. La fe en Dios y la Virgen, la constancia para enfrentar los problemas de la cotidianidad, la disciplina familiar y la prudencia en muchos temas hicieron que la decisión de estar juntos se basara en el amor. ¿Quién dijo que construir familia era fácil?


¿Cuántas parejas podrán contar que llegaron a los 50 años de vida juntos? ¿Cuántas verán a sus nietos? ¿Cuántas podrán decir con el sentimiento más noble: “A pesar de las dificultades que hemos tenido, me siento muy feliz en mi hogar”?, expresó Alicia.

Y cómo no sentirlo, si tener todo eso durante 50 años definitivamente es un gran logro y triunfo de la vida. Ya tuvieron hijos, sembraron árboles y les queda pendiente escribir un libro con la historia que juntos han compartido para que algún día las siguientes generaciones puedan referenciar lo que es comprar semillas buenas y sembrarlas en tierra fértil.

Es probable que las nuevas generaciones no lleguen a sus bodas de oro luego de casarse o vivir en unión libre, pero lo que sí es cierto es que la historia de Alicia Y Pedro deja mucho para aprender y consultar luego de pasar por las bodas de papel, algodón, cuero, madera, aluminio, cristal, plata, perla y rubí, donde seguramente gozarán con las de diamante a sus 60 años de casados. Felicitaciones, familia Martínez Martínez, ya dejaron un legado aquí en la tierra y en el corazón de todos los que los conocen.    

  “El camino puede ser difícil, pero con su ayuda lo podemos lograr”. “Soy ciudadano”.


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(Santa Marta - Colombia)

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